domingo, 26 de enero de 2014

CAPÍTULO 21.

Me pregunto para qué dormir cuando falta tan poco para que sea de día, pero necesito echar una corta cabezada que me haga evadirme de lo que acabo de vivir, que elimine por un rato la tensión que se acumula en mi cuerpo.
El sitio de Niall es demasiado pequeño para que durmamos los dos, y el único que quedaba libre lo ha ocupado Dani horas antes que yo. Lógicamente, no pienso ir a mi autobús y volver a encontrarme con la cara de esa pedazo de puta. Perdón por expresarme así, pero no me salen otras palabras.
Así que el sofá y una gran manta son míos, y la verdad es que con lo grande que es no tengo nada de qué quejarme. Lo es más aún al ponerlo como sofá-cama para después acomodarme todo lo cerca del gran cristal del autobús que puedo, ya que la vista del cielo oscuro y las estrellas yéndose al mismo ritmo que el autobús se mueve es preciosa. Me tapo cubriéndome hasta la nariz y digo en voz alta un "buenas noches" que me responden cansados Zayn, Louis y Niall, también queriendo olvidar todo esto.

Noto movimiento en el autobús y, aunque me he dormido en seguida, no puedo evitar volver a abrir los ojos al sentirlo cerca de mi. Me sorprende la visión borrosa del amanecer que me encuentro por el gran cristal.
-¿Ya tengo que levantarme?- Digo, con la voz tan ronca que casi parece un susurro.
-Llevas durmiendo unos 20 minutos.- Me contesta, con una de sus constantes risas.
Abro y cierro los ojos varias veces hasta aclarar mi vista y giro mi cabeza siguiendo la dirección de su voz. Está justo detrás mía. Le observo durante unos segundos y no sé si habrá dormido o no, pero sus ojos irritados alrededor del precioso color azul me dice que, si lo ha hecho, no le ha sentado nada bien. Su pelo se muestra totalmente despeinado, de forma hasta graciosa, pero en seguida aparto mi atención de ahí para observar su sonrisa de labios finos y rosados unidos.
Niall está de rodillas en el sofá apoyando sus brazos sobre la superficie de color rojo y vestido con un sweater y pantalones grises muy anchos. Esbozo una sonrisa al observar lo adorable y pequeño que parece así.
Giro mi cuerpo hacia el lado contrario y me tapo hasta arriba haciéndole ver que quiero dormir más, a lo que él me responde con otra risa, esta vez algo más alta que en seguida detiene para no despertar a los demás.
-¿A qué esperas?- Le pregunto, ahora con la voz un poco más clara.
-¿Qué?
Suspiro y vuelvo a destaparme, esta vez con más brusquedad, y me muevo hacia un lado para dejarle sitio. Levanto la manta y le hago un movimiento con la cabeza en señal de que quiero que se meta conmigo. No se lo piensa dos veces antes de saltar y taparse frenéticamente para coger todo el calor posible.
Me apoyo sobre un lado dejando caer mi pelo despeinado y seguramente encrespado sobre mi hombro, para así observarle. Pone sus manos bajo la mejilla que apoya en la almohada y baja los párpados, relajando su rostro a la vez que también lo hace con su sonrisa.
Estaba dispuesta a seguir durmiendo cuando, tal y como esperaba, sus manos se han posado en mi espalda y me han echo pegarme hacia él. Las mías han buscado abrazarle mientras que sus pies fríos han hecho que diga un "¡Niall!" en forma de queja, pero sé que cosas como esas son un constante "necesito tu calor" que me dan ganas de abrazarme aún más a él, acariciar su pelo despacio y absorber su aroma al mismo tiempo que escucho el rápido latido de su corazón, a pesar de que parece estar tranquilo.
Susurra un "Oh dios" a la vez que yo aumento mis caricias en su pelo, que parecen ser la puerta hacia ese sueño profundo que los dos estamos deseando coger.
Dormir con él es quizás uno de esos momentos en los que soy feliz por completo. Es algo tan verdadero, tan puro...
Es un momento en el que te muestras en tu estado más vulnerable y real, y compartirlo con él me hace feliz, me hace muy feliz.



Esta vez son los rayos del sol intenso de una entrada mañana los que me hacen abrir los ojos y cerrarlos en seguida al recibir tanta luz. Un pensamiento hace que pegue un gran salto sobre el sofá y sin ni siquiera ubicarme aún, busco en seguida mis zapatos para ir a las clases, pero vuelvo a caer con fuerza hacia atrás sin ganas ninguna de ir. Ya les diré que me encontraba mal o algo de eso.
Otro pensamiento me asalta, pero esta vez no de la misma manera como para levantarme corriendo. El autobús está parado, totalmente vacío y Niall no está a mi lado. ¿Ya hemos llegado a Dallas? Alargo mi mano a mi alrededor buscando mi móvil cuando recuerdo que está en el bolsillo de mi chaqueta, la cual permanece tirada en el suelo.
Me arrastro hasta el filo del sofá. Levanto mi cuerpo levemente y alargo mi brazo con pereza al ver que tengo que levantarme para llegar hasta ella. Desisto sin esperarme que iba a caerme en el suelo casi de cara, dándome a mi misma unos "buenos días" muy dolorosos.
-A veces me pregunto, ¿Por qué eres tan tonta?
Me siento en el suelo y acaricio mi barbilla, dónde me he dado el golpe, antes de levantar la cabeza y apartar todo el pelo de mi cara para observarle apoyado en la pared del fondo del autobús cruzado de brazos con una sonrisa burlona.
-Iba a contestar algo ingenioso para callarte la boca, pero como no se me ocurre nada: eres gilipollas. Ya está- Concluyo, levantándome torpemente para dirigirme al baño.
-¿Te has hecho daño?- Oigo su voz preguntándome mientras miro el pequeño rasguño que me he hecho en la barbilla y lo calmo con agua.
-No es nada.
Al darme la vuelta le veo delante mía apoyado de la misma manera que hace unos segundos. Le aparto dejando salir mi lado más borde de por las mañanas y al fin cojo el móvil para mirar la hora que es. Envío un mensaje a uno de los profesores y les digo que hoy no daré clase.
-¿Y los demás?
-Han ido a desayunar. Yo me he quedado aquí por si te despertabas y no sabías dónde ir.
-Y ya de paso te ríes de como me dejo la cara en el suelo, ¿no?
Vuelve a reírse levantando los hombros y con ese brillo en sus ojos cada vez que su risa es fuerte y verdadera. Sigo en mi papel de chica dura y enfadada a la vez que recojo el sofá-cama y vuelvo a ponerlo como sofá. Pero algo encima de la mesa llama mi atención.
¿Eso son condones?
Tened cuidado, que el amigo de Liam ya nos ha traído una sorpresa...No queremos más xx
No hace falta terminar de leer la nota para saber que ha sido Louis con su habitual cachondeo.
-A mi me parece una buena idea.- Dice Niall, que me estaba observando mientras cogía la nota y los condones. Me río de él y se los tiro al pecho, pero al ser varios no puede cogerlos todos y le dejo ahí, agachándose con torpeza a recogerlos mientras salgo afuera.
Un cielo azul totalmente despejado se abre sobre nuestras cabezas. Ni una sola nube, solo rayos de sol intensos que calman un suave y hasta fresco viento que me hace ponerme la chaqueta en seguida, pero que es agradable. Niall ha sacado una silla y sobre ella está su guitarra con unos cuantos papeles y un lápiz.
-¿Cuándo van a volver?
-¿Los demás? Ni idea, creo que se iban a comprar por ahí o algo, tenemos la mañana y parte de la tarde libre.
Me hago a un lado para dejarle pasar y, aún con el ancho pijama de anoche, mueve la silla más aún hacia el sol y se acomoda ahí cogiendo su guitarra y poniéndose unas gafas de sol negras. Me sonríe.
-Siéntate y relájate, aún queda para que vengan todos.
-¿Y las bailarinas...?
-También se han ido.
 Esta vez soy yo la que sonríe ante la idea de estar totalmente solos rodeados por los autobuses del tour bajo un día tan soleado y bonito.
Me siento sobre las escaleras del autobús que llevan al asfalto y estiro las piernas.
-Creo que se han llevado a Frai a urgencias porque ayer le hiciste demasiado daño.- Me dice, totalmente serio y parando de tocar unas notas que sonaban de su guitarra.
En seguida grito un elevado "¿!Qué!?" que le hace reírse aún más que cuando me he caído mientras yo no paro de pensar en la que he liado. Frai en urgencias por mi culpa...¿Qué he hecho?
 Joder, que no le di tan fuerte, me cago en todo.
-Que no, que es mentira...Era para ver qué cara ponías.
Definitivamente, Niall es gilipollas.
-Pues no me ha hecho gracia.
-No pretendía que te hiciese gracia. Además, si no te hubiese parado seguramente la habrías matado.
-Exagerado...
-¡Pero si le estabas metiendo una paliza que...ni yo tengo esa fuerza!
-Es que te estaba pegando.
-No me estaba haciendo daño.
-"No me estaba haciendo daño"- Repito, imitando su voz en un tono más grave y haciendo gestos burlones.- Te ha dejado arañazos en la cara y todo.
-Y aún tengo la espalda resentida por sus manotazos.- Reconoce, asintiendo- Pero el caso es que nunca te había visto tan...
-¿Tan qué?- Digo, intentando terminar de una vez con el tema.
-Tan oscura... tan salvaje.- Lo dice tan convencido que hasta sonríe con lentitud.
Le respondo con el simple gesto de mirar al suelo. Él hace como si nada tocando las mismas notas que antes en su guitarra, rompiendo el silencio que se ha creado entre nosotros.
-Es que no podía soportar que siguiese pegándote.- Al final me sincero con él, arrojando hacia fuera mi lado más cursi. Pero, por lo que se ve,  él se lo toma perfectamente y me sigue la conversación animado.
-Me quieres.- Dice, con aire de satisfacción.
-Sí, pero sigues siendo gilipollas.- Bajo la voz a la vez que bajo la cabeza haciendo que todo el pelo caiga hacia delante en mi rostro, haciéndole ver que quiero terminar de hablar de la paliza hacia Frai y todo esto que simplemente quiero que se pase rápido.
Unas notas nuevas aparecen esta vez en su guitarra.
-Pues, ¿sabes qué?
-¿Qué?- Rezo para que desvíe el tema mientras levanto la cabeza y le miro. Permanece sentado en la silla con una pierna sobre la otra y agarrando su guitarra con ese amor especial que le tiene desde siempre.
-Yo actuaría mucho peor si algún día me encuentro con David.- Dice esto en un tono grave mucho más profundo, pretendiendo así que me tome la frase muy en serio, pero no puedo hacer otra cosa que no sea reírme muy fuerte.
-¿Tu que vas a hacer, si luego eres más ñoño y sensible que nadie? ¡Venga ya!
-¡Oye, lo haría por ti!
-No te veo yo en el papel de un chico malo metido en una pelea con otro.
-Cuando es por ti y el tío es un hijo de puta, sí.- Ahora parece enfadado. Me lo confirma doblando los papeles que tenía en la mano y levantándose de la silla para ir hacia dentro con la guitarra en la mano, dispuesto a guardarla.
-¡Eh!- Me levanto y me pongo en frente suya, deteniendo su paso.-¡Pero no te enfades!- Sigo hablándole a la vez que le pellizco sus mejillas dejándolas de un rojo más intenso aún del que siempre tienen. Intenta esquivarme inútilmente hasta que al fin cede y sonríe, volviendo a su asiento y desdoblando los papeles.
-¿Qué es eso?
Hago ademán de quitárselos de la mano, pero él es ágil al apartarlos.
-Es una canción para ti. ¿Prefieres que sea sorpresa o canto lo que llevo escrito?
Sonrío incluso antes de que termine la frase, dando pequeños saltos emocionada para después lanzarme sobre él. Le abrazo por detrás dejando un gran y sonoro beso en su mejilla, después, apoyo mi barbilla sobre su hombro y le miro de lado, observando sus ojos a través de las gafas de sol. Hasta así se ven preciosos.
-Sorpresa, quiero que sea sorpresa. ¡Joder, estoy muy emocionada! Aún no he superado My Paradise, y ahora otra... Dios, ¿cómo será? No me hagas esperar mucho, por favor.
Se ríe de esa forma adorable que solo él tiene.- No lo haré tranquila. Mientras esperas, ¿cantamos alguna ahora?
-¡Vale!- Vuelvo a sentarme dónde estaba antes y me cruzo de piernas mientras pienso en algunas canciones.- Me apetece mucho cantar Last First Kiss.
Se concentra en su guitarra y se prepara para empezar a tocar esta preciosa canción. No le da tiempo a mostrar su perfecta voz cuando yo muestro la mía, con ganas de cantar y hasta comiéndome palabras y bailando de forma rara, haciendo de este supuesto momento bonito de dos novios enamorados cantándose canciones un cachondeo muy grande de risas, burlas e insultos, pero con cariño.
-Menos mal que no te has hecho cantante.
-¡Oh, perdone señor Horan, no todos tenemos una voz celestial como la suya!
Esta vez se ríe tímidamente a la vez que empieza otra canción, que es Change My Mind.
Y así continuamos lo que queda de mañana, por mi parte destrozando canciones preciosas con mi horrible voz que encima exagero al emocionarme cantando, por la suya haciéndolas aún más bellas interrumpiendo con su risa.


28 de Julio. Han pasado 4 días desde el anuncio del embarazo de Dani al grupo y la pelea de Frai. Tras esa relajante mañana con Niall tocando la guitarra solo para mi mientras yo cantaba de la forma más horrible posible, me hice la idea de que lo que venía ahora iba a ser un cúmulo de sucesos que lo único que van a hacer es meternos tensión. Pero yo solo tengo dos objetivos: que Dani sea feliz y que nada de esto afecte de forma negativa a ellos como banda.
Cuando los chicos y Dani vinieron, nos reunimos en el autobús porque en ese momento yo era el centro de atención. La noche anterior me había peleado con Frai y solo lo sabían Dani, Liam, Niall, el chico protagonista de todo esto y el otro, que como bien dijo Niall, se fue a comprar comida a la estación de servicio.
-Dí que sí, en el momento más oportuno.
-¡Y yo qué sabía!- Se quejó, pero en seguida le hicieron callarse para que yo siguiese contando la historia. El único que no tenía ni idea , al menos en este autobús, es Harry, que duerme de forma demasiado profunda. Le envidio.
-¿Qué le pasa a esa y por qué está tan obsesionada conmigo?
-Eso digo yo.
-Pues ni idea.
Todos hablan a la vez y en voz alta, confusos ante la situación de la que solo Dani, Niall y yo sabemos la verdad... Y ni siquiera sabemos toda la verdad, porque aún no tenemos ni idea de por qué actúa de forma tan psicópata.
-Teníais que haber visto a Marina lanzándose sobre ella... ¡Fue un momento digno de un vídeo!- Dice Niall, pretendiendo cambiar de tema, y lo consigue haciendo que todos quieran chocar los cinco conmigo o me felicitan por haber tenido el valor de pararle los pies ante tal situación. Al menos todo esto ha servido para echarnos unas risas.
Una de las cosas por las que estos cuatro días han sido duros es porque Dani decidió no darle más vueltas y contarle la noticia a sus padres. Dijo que lo mejor era hacerlo en total soledad para que, si tenían que decirle algo, lo hiciesen sin cortarse de que estuviésemos Liam o yo delante, y así ahorrarse otra llamada. Pedimos permiso en el hotel dónde nos tocaba ese día y nos facilitaron una habitación con un ordenador nuevo y de internet bastante veloz para hacer una videollamada. Le di un gran abrazo a Dani, de esos fuertes que transmitió toda la fuerza que tenía para ella, y Liam le dio un tierno beso cogiéndole cariñosamente de las mejillas. Ambos nos salimos al pasillo y esperamos unas dos horas hasta que la puerta se abrió y, como era de esperar, salió una Dani de nariz y mejillas rojas, al igual que sus ojos irritados, respiración acelerada y voz rota. Había estado llorando muchísimo, y no pensaba parar en ese momento.
Entramos con ella y le cogimos cada uno una mano. Yo entrelacé mis dedos con los suyos mientras Liam besaba su otra mano a la misma vez que fijaba sus ojos sobre ella, intentando calmarla con su mirada preocupada. Son tan tiernos, joder, son tan adorables, tan protectores el uno con el otro que...Que sé que el bebé recibirá el mismo amor y todo saldrá bien. Puede que me haya costado convencerme, pero tras ver tanto amor en un solo gesto, ¿quién no tendría el sentimiento de que todo será perfecto? Aunque quizás luego no sea así.
Dejamos que Dani se desahogase llorando un buen rato hasta que se calmó y, tartamudeando con la voz rota, nos contó lo que ya nos esperábamos. Ven esto como la mayor locura de su vida, y su preocupación mezclado con enfado hacia su hija ha llegado a tal punto que no le dejaban decir palabra, simplemente la insultaban o la dejaban como inútil, diciéndole que es una irresponsable, inmadura y hasta que no será una buena madre. Por supuesto, han amenazado con hacerla volver a España.
Pero, después de todo, ellos son sus padres y Dani es su hija, y al verla llorar tan débil a miles de kilómetros, han dejado que ella explique lo que siente ante todo esto. Al final han quedado en hacer otra videollamada con Liam delante y aclararlo todo. Esta vez fue Liam al que le atacaron los nervios y yo no pude evitar esbozar una sonrisa ante tal cara de miedo. Eso hizo que al fin, tras cuatro horas seguidas llorando, Dani pudiese esbozar una pequeña sonrisa y lanzar un profundo suspiro.

Tras todo esto solo queda decir que las bailarinas se han enterado del embarazo, y aunque no le han dicho nada directamente a Dani, sabemos gracias a Sofía y a Raquel que así es, así que es cuestión de tiempo que lo sepa todo el mundo. Ante esto Dani se ha hecho fuerte y ha dicho totalmente convencida que lo hará público dentro de poco, solo que tiene que prepararse. No nos ha dicho de qué forma, pero sé que está intentando no parecer más débil de lo que está y recuperar esa característica fuerza que ha tenido siempre.

También hubo una divertida llamada a Elena y Cristina. Fue tan larga que creo que voy a tener que pedir ayuda a todo el equipo del tour para pagarla, pero mereció la pena. Primero le contamos lo que pasó con Frai y, sin exagerar, estuvimos unas tres horas riéndonos sobre eso e insultando a Frai, eso sí, comprobando que no había nadie alrededor nuestra que pudiese quitarme el móvil... Tras eso Dani contó la gran noticia y nos pasamos otras casi dos horas hablando sobre ella. Pasaron por varias fases de asimilación, luego celebración, preocupación... Más o menos pensaban lo mismo que yo tenía en mente, solo que a Elena se le veía algo más animada y a Cristina más negativa, aunque coincidían en opiniones. Dani explicó con diferentes palabras pero el mismo mensaje la ilusión que nos hizo ver a todos el otro día en la habitación y ellas parecieron comprensivas ante sus sentimientos.
-Venga joder, que tenemos que irnos, ¡no nos entretengáis más!- Les grité, mirando la hora alterada porque llegábamos tarde al concierto de esa noche.
-¡Pero si habéis sido vosotras!- Me respondió Cristina gritando más alto.
-¡Oye!
-¿Y que esperabas tras esta noticia? ¿Un "vale, enhorabuena, adiós"?- Dijo Elena, con toda la razón.
-Pero ya en serio, que tenemos que irnos...- Intentó razonar Dani, pero entre tantas risas no había quien hablase en serio.
-¡Vamos a colgar en tres, dos...!- Empecé una inútil cuenta atrás antes de que Cristina volviese a interrumpirme.
-¡Una cosa más y ya os vais!
Dani y yo nos miramos y asentimos no muy convencidas.
-Qué quieres ahora...
-Vamos a jugar al bingo: yo pongo los cartones y Dani pone el bombo.
Escuchamos unas risas muy fuertes antes de que Dani me arrebatase el móvil y colgase, pero después no pudo evitar reírse del penoso chiste de Cristina.
En ese momento me di cuenta de lo mucho que las echaba de menos.



Ya está casi todo listo para el concierto de esta noche, los asientos colocados, el escenario listo, luces y sonidos probándose... Todo parece estar correcto, solo falta hacer algunos ensayos, por eso estamos aquí con los chicos y las bailarinas. Antes de empezar, ellas calientan sobre el escenario y los chicos están dispersos por ahí, investigando cómo es este sitio.
Harry y yo estamos sentados en unos asientos que hacen esquina muy pegados al escenario: la zona vip. Posamos nuestros pies sobre los asientos que hay delante y comemos una bolsa de patatas que se ha comprado hace un rato antes de entrar.
-¡Estate quieta, que te las vas a comer todas!- Dice, apartado la bolsa de mis manos justo antes de ir a por otra patata. Espero unos segundos a que vuelva a su postura inicial y le quito la bolsa con facilidad, apoderándome de un buen puñado esta vez.
-Te jodes.- Le digo, satisfecha. Él se limita a esperar a que termine de devorar la bolsa, negando con la cabeza.
Harry es genial, y no solo conmigo. Es así con todo el mundo. Es la típica persona que encuentra el lado divertido de las situaciones más complicadas, aunque él también las sienta. Pero, a la vez, es profundo, y cuando tiene una conversación seria te hace pensar mucho, hasta el punto de replantearte cosas.
A veces, en situaciones como esta, me pregunto por qué no fue él. Por qué, en su momento, en Londres, cuando su casa más bien parecía la mía, por qué decidí irme con Niall en vez de con él. Por qué no cogí la oportunidad cuando me besó preparando la fiesta de cumpleaños de Louis, por qué seguía detrás de Niall cuando él me lo estaba dando todo y, de una forma u otra, le quiero.
Pienso en todo esto observándole. Lleva sus traviesos rizos recogidos en una cinta de cuadros rojos y marrones. Tiene una camisa desaliñada de color azul oscuro que muestra sus hombros y también el montón de tatuajes de sus brazos. Los rotos de sus vaqueros y, finalmente, sus características botas. No se las quita nunca, es como yo con mis Converse.
Pero la respuesta no tarda en llegar. Harry es genial, pero yo quiero a Niall. Parece una respuesta lógica que no da ninguna explicación a mi pregunta, pero es así. Me enamoré de su timidez ante temas serios, pero lo abierto que es en cualquier sitio, de su lado sensible que solo yo he podido sacar a la luz, en definitiva, de él, de Niall. Harry no es para mi.
-¿Sabes qué?- Me dice, retomando la conversación.
-Dime.
-He decidido pedirle salir a Vito.
Me levanto de mi asiento y aplaudo contenta. Quizás no sea para mi, pero sí para ella.
-¡Ole y ole!
-¿Ole?- Repite él, confuso
-Es una expresión española.- Le explico, riéndome.- ¿Y dónde la vas a llevar? ¿Cuándo se lo vas a decir?
-Bueno...- Baja los pies del asiento de delante y se toca los rizos cerca de la nuca, pensativo.- Creo que ahora después, en el descanso del ensayo. No sé dónde voy a llevarla, ya se me ocurrirá algo...Tendrá que decirme que sí primero, ¿no?
-¡De eso no hay duda!
-¡Vamos a ensayar!- Grita Louis. Se levanta y le hago chocar los cinco antes de que se ponga a bajar las escaleras que llevan a la parte de abajo mientras que Dani las sube para sentarse conmigo.


Los chicos terminan de ensayar I Would  tras varias interrupciones, caídas, y risas por parte de Dani y mía, que observamos el panorama que traen desde unos asientos en la parte de abajo. Es divertido ver cómo algunas de las bailarinas se equivocan de pasos y chocan, los chicos se ríen y no pueden continuar cantando, la coreógrafa se enfada y nosotras mientras grabamos para subir los divertidos vídeos a Instagram.
Nos levantamos y subimos al escenario a la vez que ellos van hacia dentro para descansar un rato. Sofía me hace una señal con la mano y yo le doy un toque a Dani en el hombro para que me siga.
Nos metemos con ella por un pasillo hasta acabar en una habitación con maquillaje y trajes de todo tipo, se supone que es la de Lou Teasdale pero no está. En vez de ella, nos encontramos a Raquel.
-¡Por fin! Qué difícil es esconderse un rato, joder...- Exclama cuando nos ve entrar. Se sienta sobre una mesa y se hace un moño improvisado con su alocado pelo tras tanto ajetreo. Sofía se tira sobre el suelo y suspira agradeciendo lo frío que está para sus enrojecidas mejillas.
-Creo que no vais a llegar al concierto vivas...-  Digo, riéndome.
-Decidnos por qué nos habéis llamado antes de que nos pillen...- Dice Dani, a la vez que se sitúa cerca de la puerta, por si acaso.
-El otro día oímos a Frai hablar con Vane de que estaba planeando algo para joderte a ti- Raquel me señala a la vez que habla.- Pero Paula apareció por detrás e intentamos disimular que estábamos poniendo la oreja lo mejor que pudimos...
-¿Entonces?- Pregunta Dani.
-Solo os podemos decir eso: Frai está tramando algo, y esta vez va a por ti.- Vuelve a señalarme.
-Si lo miras desde el lado positivo, mi objetivo era que dejase en paz a Elena y lo he conseguido.- Me río intentando quitar importancia al asunto. Sofía y Raquel no me siguen por mucho tiempo, sabiendo que sí la tiene.
-Si conseguimos averiguar algo, será espiándola...No confía en nosotras para todos sus planes.- Nos aclara Sofía.
-¿Y eso por qué?
-Solo se los cuenta a Vane, Mónica y Paula que son sus mejores amigas desde siempre. A nosotras y a Vito solo nos conoce de estar en la misma academia.
-¿Y por qué Vito está con ellas?- Pregunta Dani, que se muestra indignada a vez que se cruza de brazos y apoya su espalda sobre la puerta.
-Por Mónica.- Responde Raquel, suspirando profundamente y poniendo los ojos en blanco, dando a entender que ese tema le tiene un poco harta.
Yo, que estaba apoyada sobre una mesa, me levanto bruscamente tirando algunos botes de laca. No les hago caso a pesar de que hacen mucho ruido al chocar con el suelo. Las tres me miran desconcertadas.
-¿Por Mónica?
-Es que Vito es lesbiana.- Nos aclara Sofía.
-¿¡Que Vito es lesbiana!?- Pregunto, mostrando preocupación en vez de duda.
-Sí...- Me responde Raquel, dando a entender que no entiende mi reacción con su tono de voz.
-Me ha llegado un mensaje.- Dice Sofía en ese momento.- Nos están buscando.
-¡Vámonos!- Ordena Raquel, pegando un salto desde la mesa.
-¿Y qué decimos si nos ven?- Pregunta Dani.
-Pues...pues resulta que bajando las escaleras hacia el backstage te has caído. Espero que sepas actuar.
Mientras Raquel y Sofía se dispersan, yo ando torpemente más pendiente de la pantalla del móvil que de mis pasos. Abro WhatsApp y pulso donde pone "Styles" en la pantalla.

¿Has hablado ya con Vito?

Espero unos segundos, y cuando iba bloquear el móvil para salir a buscarle, vibra en mi bolsillo.

Sí.

Se le ve tan distante con ese solo "sí" que mis dedos pulgares se paralizan ante la pantalla. Ahora no sé qué coño decir.

Me acabo de enterar ahora, hablando con Sofía y Raquel.

Lo envío y me decido a seguir escribiendo: "si lo hubiese sabido antes te lo hubiese dic..."
Me ha contestado.

No es tu culpa, no es culpa de nadie. 

Me desespero ante tal situación. Harry, una vez más, destrozado. No puedo permitirlo, no otra vez. Y, por muchas vueltas que le doy, siento que la culpa es mía, que todo esto empezó por que me quería a mi y yo a él no.

¿Dónde estás? 

No vengas- me dice al segundo de escribirle mi pregunta.- Ahora mismo me gustaría estar solo. Gracias por todo :) xx

Intento creerme esa sonrisa y los dos besos que me manda, intento tomarme bien ese "gracias", pero sigo queriendo ir tras él y ver cómo está, aunque sé que mal.
Espero que disfrute de su momento de soledad y luego pueda hablar con él.
Me susurro cosas a mi misma antes de salir al escenario y buscar a Dani.




Harry sale por una de las puertas que hay por la parte de atrás del escenario sin ni siquiera saber hacia dónde da. Sujeta el móvil con la mano derecha con tal fuerza que los huesos se le marcan. Con la otra no para de revolverse el pelo, finalmente quitándose la cinta que ataba su cabello.
Tras andar un rato acaba en el aparcamiento. Ahora el móvil vibra en su mano y suena música: le están llamando. Serán los demás, esperándole para ensayar. Pero él no quiere ensayar. Ni hablar con Marina, ni desahogarse con ellos, ni hablar con nadie ni hacer nada. Solo le apetece tirarse en el asfalto entre la furgoneta y uno de los autobuses, y así hace, intentando esconderse del mundo. Pone el móvil en silencio e intenta relajarse, pensar en otra cosa que le de fuerzas para levantarse y volver al ensayo, pero no puede. De la rabia muerde la cinta que lleva en su mano, ha hace una bola y la tira con fuerza. ¿Qué cojones pasa con él? Ya no sabe cómo sentirse. Vito solo le gusta. No la quiere como hizo con Marina, solo le gusta. Y tenía esperanzas de empezar algo nuevo con ella, quizás una cita o dos, varias sonrisas, puede que algún beso, y, quién puede decir que no pasase nada más. Pero no es que ella sea lesbiana lo que le tiene enfadado. El el hecho de que cada chica que le ha gustado desde hace un tiempo pasa de él. Y se siente mal, siente que está solo. Marina con Niall y su relación perfecta, Louis y Eleanor empalagosos cada vez que se ven, Liam y Dani que van a formar una familia, Zayn que pilla cualquier oportunidad para hablar con Perrie...Se les ve a todos tan felices, tan alegres, enamorados...Con alguien que les completa. Pero, ¿¡qué pasa con él, eh!? ¿¡Nadie es para él!?
-¿¡Cuándo cojones me toca a mi!?- Grita, con una voz tan oscura que podría asustar a cualquiera que esté alrededor, pero parece ser que está solo mientras su voz hace eco. Solo, otra vez.
Se reincorpora sobre el suelo y apoya la espalda en la puerta negra de la furgoneta. Cierra los ojos e intenta relajarse.
"Estás enfadado por una tontería. Calma.", dice, intentando ser razonable con él mismo. Consigue regular su respiración pesada a un ritmo más suave y volver a colocarse la cinta recogiéndose el pelo.
De repente, como un rayo de luz, una persona viene a su cabeza. Lo ve claro, pero a la vez tiene dudas. Es la única persona que ahora mismo le podría entender. No sabe si se siente sola, pero lo está. ¿Hay alguien que le entienda mejor? Ni Louis, siendo su mejor amigo, podría entender nada ahora. Ni Marina, que está muy colada por Niall. Esa persona es la única que podría animarle aunque sea lo más mínimo en esta situación.
Así que desbloquea la pantalla táctil de su móvil y busca en WhatsApp su nombre. Por un momento se queda pensando qué ponerle.
-Empiezo con un "hola"...
Pone la palabra "hola" en el teclado táctil, pero en seguida la borra y respira hondo. Sus dedos empiezan a correr por el teclado, libres.

Cristina, sé que llevamos un tiempo sin hablar, pero necesito contarle esto a alguien. Tu sabes que yo quería a Marina, bueno, pues ha empezado a gustarme Vito, pero solo gustarme... Le he pedido salir y resulta que es lesbiana. Me siento, bueno, no sé cómo. Necesitaba desahogarme.

Lo envía con los ojos cerrados y se queda así durante unos segundos. Al abrirlos no hay nada, así que decide juntar sus piernas y sujetarlas con los brazos a la vez que sus manos sostienen el móvil, pendiente de una respuesta.
Un par de llamadas más de Liam y Zayn llegan, pero las ignora, solo pendiente de la respuesta de Cristina.
Una llamada de Marina.
Mensajes de Marina.
Y justo cuando iba a levantarse para volver al ensayo, Cristina aparece. Un mensaje de WhatsApp tan original como raro. Sí, eso es. Una respuesta rara. No se esperaba esa reacción para nada.

Harry, joder, vaya suerte tienes...¿te has enamorado de una lesbiana? Tío, JAJAJAJAJAJA No aciertas ni una...

Como un soplo de aire fresco, como agua en su rostro, como una sonrisa. Eso es, una sonrisa. Harry está sonriendo. Por fin, está sonriendo. El humor con el que se ha tomado Cristina la situación le ha hecho mover los labios y esbozar esa sonrisa que tanto esperaba.
"Oye, no te enfades, estaba de broma." Lee esta vez. Cristina se piensa que se ha enfadado al no contestar Harry.

Al contrario, me has hecho reír. Es gracioso, si lo miras bien.

Y entonces, casi sin darse cuenta, se acomoda aún más, relaja su cuerpo sobre el suelo y estira las piernas. Apoya sus muñecas sobre su vientre y escribe, hablando con fluidez con Cristina.
Ignorando las llamadas, los mensajes. Sonriendo.







domingo, 12 de enero de 2014

CAPÍTULO 20.

-Siempre he querido hacerme unas mechas azules, pero no de un solo tono, sino degradado de un azul más oscuro a uno casi blanco.
-¡Ah, ya sé cómo dices! Quedaría estupendo en tu color de pelo, aunque lo tienes un poco estropeado...
Lou Teasdale me habla moviendo mechones de mi pelo de un lado para otro, cogiéndolos con pinzas en diferentes zonas y a la vez vigilando por encima de mi cabeza qué hace la pequeña Lux.
-Eso tiene fácil explicación... A los 14 años me hice mechas californianas rubias, meses más tarde me atreví a que fuesen rojas, y para cuando cumplí 15 ya había tenido el pelo con mechas azules y rosas...
-¡Vaya! ¿En serio? ¿Y te las hacías tu sola?
-¡Me las hacía mi madre!
Lou asiente interesada por el historial sobre mi pelo. He hablado pocas veces con ella, pero en seguida salen temas de conversación con los que pasar el rato. Es de esas personas sociables con cualquier personalidad y con la que siempre vas a estar a gusto  aunque solo hables con ella de vez en cuando.
-Tendría que cortar las puntas, pero me da pena porque lo tienes larguísimo... Creo que puedo pedir algunos productos para mejorarlo y así no es necesario coger las tijeras.
Si hay algo que ama de verdad a parte de a su hija, es su trabajo. En uno de los autobuses hay una zona bastante espaciosa llena de productos no solo para el pelo, también todo tipo de maquillaje. A parte le apasiona la ropa e influye mucho en lo que llevan los chicos en los conciertos. Nuestra conversación ha empezado cuando he entrado a preguntarle dónde están.
"Saldrán de grabar dentro de una hora más o menos, ¿quieres quedarte aquí?" Y así hemos empezado a hablar de mi larga melena y la conversación ha fluido casi sin darnos cuenta.
-Ya he terminado, mírate.
Gira mi silla hacia un gran espejo y sonrío en seguida al ver mi pelo tan genial. Es como si me lo hubiesen puesto exactamente como a una de esas modelos de revista de peluquería, con ese cabello tan perfecto que parece imposible... ¡Pero no lo es! El flequillo me cae totalmente liso cerca de la clavícula y toda la parte de arriba va hacia abajo lisa terminando en unos perfectos tirabuzones que parecen salir de la nada.
Es increíble que me haya hecho esto en menos de una hora.
-¡Tienes unas manos mágicas!- Se las cojo, sonriendo ilusionada al ver mi pelo tan precioso.-¡Muchas gracias!
-¡A ti, cielo!- Me sorprende con un gran abrazo con cuidado de no despeinarme, y Lux parece celosa al acercarse a nosotras y dejar de lado a sus muñecas. Lou con ternura la eleva en el aire y le dice que me de un beso en la mejilla antes de irme. La pequeña acepta y con las sonrisas de ambas me voy.

Al salir en vez de a los chicos me encuentro a Dani, que parece buscarme confundida entre la entrada trasera del hotel y el asfalto dónde están los autobuses. Me escondo en seguida pero ella parece verme y corre hacia dónde estoy.
-¡Marina!
"Mierda", pienso, y desisto en correr, parándome en seco y dándome la vuelta con los brazos cruzados.
-Por favor...- Dice.
-Dani...
-Por favor, Marina...Anda, ¿y este peinado? ¡Estás genial!- Hace ademán de tocarme el pelo sorprendida por el gran cambio, pero ante mi expresión de molestia vuelve al tema principal.- No lo sé aún, no tengo nada decidido, no puedes hablar con él todavía.
-No quiero enfadarme contigo.-Digo, antes de contestarle de mala manera. Últimamente he intentado contener mi confusión o incluso rabia con ella porque sé que no se lo merece y que ahora mismo solo me tiene a mi.
-No hables aún con él...
-Dani- le agarro de los hombros y así, a parte de su voz, también paro su tembleque.- No puedes dejarlo más. O abortas ya o lo tienes. Sé que nadie debería meterte presión y, ¿sabes qué? si se tratase de mi estaría muchísimo peor que tu, porque tú eres mil veces más fuerte que yo, pero joder, tienes que decidir. Y llevas diciendo desde el primer momento en el que te enteraste que la respuesta era un claro "no".
-Pero no estoy se...
-¿Ocurre algo?- La voz de Zayn nos hace girar frenéticamente la cabeza.
-¡No! Es que es muy tonta y dice que odia como tiene hoy el pelo... ¡Y no es así! Es más, venimos de hacernos peinados con Lou- Sonrío falsamente y Zayn parece creérselo o querer que así sea.
Detrás de Zayn, con la característica alegría que les abarca siempre, salen todos y saludan.
-¿Ya habéis terminado de grabar?
-¡Sí! Creo que os va a gustar la que hemos terminado hoy- Comenta Harry, y andamos con ellos como si nada antes hubiese pasado.
Mientras nos dirigimos al autobús visualizo a Liam, que habla con Louis. Intento oír sus voces por encima de las demás y escucho que hablan sobre esta última canción. Me acerco poco a poco a Liam hasta quedar detrás suya, y por suerte es el último en entrar y puedo cogerle de la camiseta y tirar de él antes de que lo haga.
-¿Pero qué haces...?
-Shh, cállate.- Le obligo, y tiro de él más fuerte aún, llevándole casi de espaldas al autobús dónde dormimos nosotras.
-¡Marina!- Dani sigue insistiendo en que no debería hablar con él, pero mis oídos se han acostumbrado a oír mi nombre salir de su boca y hago como si nada cerrando la puerta antes de que ella pueda dar un solo paso.
Dejo a Liam con toda su incertidumbre en la entrada y reviso cada cama, el baño y la zona de la tele y la min-nevera para comprobar que estamos solos.
-Siento haberte tratado así, estoy un poco nerviosa... Aunque no sé de qué me quejo, sois vosotros lo que tenéis el verdadero problema...- Le invito a pasar con un gesto como si esto fuese de mi propiedad y nos sentamos en el sofá.
-No me gusta llamarle "problema"- Dice, casi matándome con la mirada.
Caigo a su lado y me acomodo.
-Pero lo es.
Liam gira la cabeza y mira a otro lado en señal de molestia, de que no quiere estar aquí y escuchar lo que sea que vaya a decirle.
-Necesito que me escuches. No pretendo tocar los huevos, pero a las alturas que estamos, tenéis que decidir algo. Ya.
Parece poner algo más de atención, pero sigue sin mirarme y centra sus ojos hacia el otro lado del autobús.
-Dani no quiere tenerlo, y me parece lo más lógico del mundo. Eres una buena persona, es más, eres una maravillosa persona, Liam.- Con esta confesión personal que le hago, me mira y se digna a dedicarme una sonrisa, pero en seguida continúa serio.- Y sé que tenerlo sería bonito... Pero no ahora. Imagina por un momento lo que supondría para ella. Las fans más locas insultándole, si ya lo hacían por el solo hecho de ser tu amiga, ¿qué vendría ahora? ¿Amenazas de muerte, quizás? Y sabes que no estoy exagerando. Seguramente tendría que parar en un sitio fijo y estar en reposo, es decir, volver a España. Otro montón de meses sin verla, lo que ahora supondría un mal para ti. Y tu carrera, Liam, las propias críticas la destrozarían, aunque sea un poco, pero lo más mínimo puede repercutir causando grandes daños.- Intento que mis palabras le dejen lo más claro posible el por qué de estar en contra de que lo tengan.
Ante la lista de cosas que voy diciendo cada vez a más velocidad Liam parece ablandarse, perder esa postura dura y cabezota que tenía al principio y se deja caer hacia atrás en el sofá, cerrando los ojos.
-Pero espera, hay más... No podrías estar con tu hijo por el mismo motivo, por tu trabajo, y ya no hablemos de vuestros padres y familiares al enterarse de que vais a ser padres a los 19 años. Y hazme caso cuando te digo que esto solo es el principio, que vendrán muchas cosas más.
Liam echa su cabeza hacia atrás y resopla. Me sorprendo de lo derrotado que parece ahora cuando antes casi me come con su mirada de odio ante el discurso que iba a lanzar. Por un momento intento ponerme en su punto de vista y siento fugazmente su ilusión, sus ganas de amar al bebé al igual que ama a Dani. Le cojo de la mano y él vuelve a sonreírme una segunda vez, esta vez más larga y verdadera, una buena sonrisa. Le aprieto con fuerza.
-Serías un buen padre.
Liam asiente, y, pareciendo muy roto por dentro, se levanta y vuelve a mirarme.
-Creo...que no necesito nada más. Gracias.
-La mejor forma de agradecérmelo es que hables con Dani.
Asiente y le observo una última vez. Al principio yo también me quedo algo parada, porque simplemente no me puedo creer que acabe de convencer a Liam de que no tengan al niño con una sola charla, ¿tanto impongo al hablar en serio?
Es una persona madura, aunque eso tiene un motivo: el principio de su vida le ha obligado a que así sea. Por un momento mi cabeza juega imaginándose a un Liam de niño, con el pelo más largo, los mofletes más gruesos y sus ojos llenos de vida pero a la vez de tristeza. Es algo que todas las fans sabemos de él, pero me encantaría que se desahogase conmigo algún día y me lo contase todo. Liam nació con problemas que más tarde hicieron que no le funcionase un riñón y que tuviesen que ponerle unas 32 inyecciones diarias. Además recibía acoso escolar y decidió hacer boxeo para defenderse... Y todo esto en esa época que todos deberíamos pasar hinchándonos a caramelos y dulces mientras vemos nuestra película favorita en el salón de casa, con los juguetes desordenados frente al televisor y nuestra imaginación jugando a protagonizar la película, perdiéndose en ella.
Y entonces me doy cuenta de lo que Liam quiere decirnos pero no se atreve a dejarlo caer con palabras. Es algo que está ahí y que no sé si Dani habrá visto, pero yo acabo de observarlo en ese justo momento en el que, con sus manos metidas en los bolsillos y la mirada perdida en el suelo, se ha dado la vuelta para salir del autobús. Liam sería completamente feliz con ese niño. Tendría la profesión de sus sueños, sus cuatro amigos, para qué mentir, ya casi hermanos, la chica a la que de verdad quiere y un niño o niña a la que cuidar y darle esa infancia que él no tuvo. Lo veo tan claro que casi oigo como su interior lo grita.
Pero, es que joder, está todo lo demás. Y vendría con tanta fuerza que... ¿Qué pasaría con Dani? Y hay otra pregunta que no solo nos afecta a nosotros, si no a las millones de fans que son felices gracias a ellos. ¿Qué pasaría con One Direction?
Sacudo la cabeza y me decido a seguirle a la salida del autobús.

La puerta se cierra automáticamente detrás nuestra y nos miramos una última vez. Tras las subidas de tono y la maleducada arrogancia que él ha tenido hacia mí en un principio, ahora no sabemos como tratarnos. Simplemente le sonrío intentando romper la muralla que se ha formado entre nosotros.
-¿El peinado te lo ha hecho Lou?
-Sí.
-Te queda bien.
-¡Gracias!
Nos decidimos a andar casi a la vez, siguiendo la conversación hacia el autobús de los chicos, ya que es hora de comer y creo que hoy pediremos algo de fuera por cortesía de Niall, claro está.
Pero cuando no llevábamos ni dos pasos, una Dani desesperada se planta delante nuestra parando nuestros pasos en seco a ritmo de gritos casi desgarradores.
-¡¡Liam!! ¡¡Liam!!- Le llama tan fuerte que nos da un buen susto y no nos da tiempo a reaccionar ante su voz cuando nos sorprendemos de su aspecto. El pelo despeinado tras la carrera hacia nosotros, la nariz roja, las mejillas mojadas y los labios temblando escondiendo miles de palabras.
-¡Eh, tranquila!- Le digo, acercándome a ella.
-¡Respira! ¿Qué te pasa? ¡Estamos bien!- Dice Liam, abrazándole sin darle tiempo a abarcarle a él entre sus brazos. La imagen me trae a la mente el hecho de que esta es la primera vez que parecen enamorados desde que se pelearon el otro día en el autobús y me doy cuenta de que tengo que irme, de que debería dejarles aquí y buscar yo sola en el que se encuentran los chicos para dejarles hablar de todo este asunto.
Así que poco a poco me voy dando pasos hacia atrás y con la última imagen de ambos dándose un beso me doy la vuelta y hago ademán de alejarme cuando las palabras de Dani queman en mis oídos doliendo como si fuesen fuego de verdad.
Lo que acaba de decir hace que caiga en la oscuridad de una total incertidumbre.
-Quiero tenerlo.

Esas dos palabras hacen que me gire incluso con más rapidez que si hubiesen llamado mi nombre. Me encuentro a Liam con los brazos posados en las caderas de Dani y los de ella en el cuello de él, que muestra una confusión casi tan grande como la mía en el rostro.
¿De dónde ha salido esta repentina decisión?
-¿Qué?- Logra decir Liam, rompiendo el silencio entre nosotros tres. Yo les observo separada de ellos varios metros, pero me acerco con lentitud cada vez que la mirada de Dani se dirige hacia mi, queriendo meterme en la conversación.
-Lo he pensado mejor y...- muestra una perfecta sonrisa de labios rosas y ojos achinados, haciéndose aún más pequeños de lo que son y llenándose de algunas lágrimas que han quedado al borde.- y ese día, en el hospital, la pareja...
La puta escena del hospital. Joder. La parejita feliz. Pero, ¿sabes qué, Dani? Es parejita no sois vosotros, esos dos no son famosos ni van a tener tantos problemas, esa chica no va a recibir insultos de miles de fans celosas, ese chico no va a poner en peligro su carrera musical, esa pareja seguirá siendo la "parejita feliz" pero vosotros no, me cago en la puta, ¡¡vosotros no!!
En esa nueva familia podrá concentrarse todo el amor del mundo, pero no me da la gana ver sufrir a mi mejor amiga cuando puede evitar todo lo que le viene ahora. No.
Y voy a decirlo. Voy a terminar de recorrer lo poco que queda entre ellos y voy a gritárselo de tal manera que mis palabras se queden grabadas en sus mentes borrando la puta escena del hospital que no son ellos.
Pero toda la fuerza se desvanece cuando Dani continúa su explicación.
-...sé que será difícil, pero que seremos felices.
Y entonces es Liam el que hace un gesto que realiza la acción de quedarse grabado, pero en mi mente, con la intensidad de un para siempre.
 Despacio, una de sus manos acaricia el vientre plano y de piel clara de Dani, dejándolo libre subiendo su camiseta. Se agacha y, arrodillándose ante ella y posando su otra mano en la espalda, le deja un tierno beso justo encima del ombligo. Un beso con tanto cariño que no solo llega al bebé y a Dani, sino que también hace que mis ojos se humedezcan y que en un par de lágrimas salga todo ese cabreo y fuerza que se supone que iba a salir en forma de palabras.

Súbitamente, tras ese beso, un desmayo de Dani cierra la conversación.


Paul entra en la habitación del hotel dónde nos hemos situado con varias medicinas para calmar los dolores de Dani. Zayn en seguida se levanta y llena un vaso de agua para ella. Se encuentra tumbada en la cama de la habitación, débil pero mucho mejor que otras veces. El susto esta vez ha sido más efímero.
-Te lo tienes que tomar cada seis horas.- Le dice Paul mientras ella se acomoda en la cama y se lo bebe de un trago. Hace una mueca al notar su seguramente sabor amargo y bebe mucha agua para calmarlo.
-El viaje no te está sentando nada bien, ¿eh?- Dice Harry, que está sentado al otro lado de la cama.
-¿Puede ser de algo que estés comiendo últimamente?- Pregunta Zayn.
-¿Durante tantos días? Venga ya, eso tiene que ser que el viaje le marea.- Contesta Harry.
-¿Y no hay ningún caramelo de esos para los mareos?- Louis se une a la conversación. Detrás de él está Niall, con expresión extraña, entre confusa y divertida sabiendo el verdadero motivo de sus desmayos.
-Deberíamos ir al hospital o algo, vaya que esté mal de verdad.- Comenta Zayn.
-¡Exagerado! Seguro que no es nada, ¿verdad?- Louis mira a Dani y le sonríe. Zayn le contesta sin darle tiempo a Dani a hablar.
-Hacedme caso, que nunca se sabe...
-Las medicinas de Paul son buenas, ¿qué más quieres que hagamos?
-Cállate ya Louis, que Zayn tiene razón...
Y así, Harry, Louis y Zayn empiezan a hablar en voz alta como si no hubiese nadie más en la habitación, discutiendo sobre qué hacer con los mareos de Dani. Niall ve lo cómica que es la situación si la miras bien y al final yo también esbozo una pequeña sonrisa a escondidas.
-Sois los dos unos exagerados, Dani está perfectamente y muy sana, ¿verdad que sí?- Louis vuelve a sonreír a Dani.
-Qué cabezota eres.
-Es que veis drama dónde no lo hay.
-Es que estoy embarazada.
-Louis cómo le pas...¡¡¿¿Qué has dicho!!??
Harry se percata de las palabras de Dani a mitad de su frase y sus rizos bailan al ritmo que gira la cabeza con fuerza. Zayn mira a Liam y seguidamente a Dani y Louis, que estaba dando vueltas por la habitación, cae sobre una silla mientras no quita ojo de una Dani que parece ser que también ha encontrado el lado divertido de la situación y se ríe.
O quizás es feliz con esto, aunque yo aún no lo entienda.
Al final Niall no puede evitar reírse de sus caras y yo le pego un pequeño puñetazo en la pierna para que se calle.
-Liam, joder tienes que controlar esa cosa, que mira lo que pasa, ¡mira lo que pasa!- Louis se levanta de golpe de su asiento y agachado se dirige a Liam y le habla a "esa cosa" como si éste pudiese escucharle.
-Louis...- Con un suave empujón Louis cae hacia atrás y el silencio que se había formado pasa a dispersarse para dejar paso a la risa de Dani, que se encuentra mucho mejor y se acomoda en la cama cruzando las piernas.
-Y...bueno...¿qué tal estás?- Dice Zayn, acercándose a ella.
-¿Vais a tenerlo o no?- Pregunta Harry casi a la misma vez, esta vez mirando hacia Liam.
-¡Joder, bestia, córtate un poco!- Se queja Zayn, y le da una colleja.
-¡Eh, que solo he preguntado!
-Sí, vamos a tenerlo.- Por primera vez en un buen rato, Liam sonríe y le coge la mano a Dani.
-¡Eh, eh, eh, eso es nuevo para mi!- Niall se levanta de golpe haciendo que yo me sobresalte.
-¡Así que tú lo sabías!- Harry se levanta con la misma fuerza y le señala.
-Marina es la que primero se enteró.- Me nombra a la vez que se sienta haciendo así que ahora la molestia por habérselo ocultado al grupo pase a mi persona.
-Bueno, la verdad es que la primera que se enteró fue Dani al mirar el predictor...- Digo, intentando poner un poco de humor, pero ha sido tan patético lo que he dicho que se ríen por pena.
-No me lo puedo creer...- Dice Zayn, aún en shock, llevando sus manos a la cabeza.
-Dímelo a mi- Dani le sonríe con un humor que había desaparecido de ella hace un tiempo. Me alegro de que por fin esté de vuelta.
-Pero, ¿estáis seguros? Yo me alegro mucho por vosotros, pero...
-Va a ser un problema. Un gran problema- Dice Louis, cortando la frase de Zayn.
-¡Otro bestia!
-No es un problema, es un bebé- Se queja Liam, al igual que ha hecho en el autobús.
-Lo hemos meditado muchísimo, y hacedme caso cuando os digo que al principio me negaba rotundamente a tenerlo.
-Soy testigo.- Digo.
-Y yo...- Dice Liam, y sigue las palabras de Dani- Es más, era yo es que quería tenerlo.
-Osea, que tú querías y ella no.- Aclara Louis.
-Exacto.
-Por eso os habíais distanciado estos días.
-¿Tanto se notaba?- Liam sonríe, por fin olvidándose de la pelea.
-Pero es que no, es decir, ¿qué? ¿en serio? Creo que no lo habéis pensado bien, ¿sabéis todo lo que viene ahora? ¿Sabéis las consecuencias que va a traer?- Harry se altera pareciéndose a mi hace un rato hablando con Liam.
-Déjalo, Styles, ya lo he intentado yo, pero nada.- Le aclaro.
-De verdad, queremos tenerlo. Lo hemos pensado muchísimo y hemos visualizado los pros y los contras- Ahora todos nos fijamos en la clara forma de hablar de Dani, muy atentos de ella.- Y nos hemos quedado con que, simplemente, seríamos felices. Pero necesitamos vuestro apoyo.
-Oh, que bonito...- Dice Louis, secándose una lágrima invisible de su mejilla.
Hay algo de silencio antes de que Harry vuelva a retomar la conversación.
-¿Estáis seguros?
-Sí.- Contestan al unísono.
-Entonces...nada más que hablar, ¿verdad?- Harry mira dudoso a los demás alrededor de la habitación, y todos asienten de acuerdo.
-Será complicado...-Dice Zayn.
-Mucho.- Le sigue Louis.
-Demasiado.- Continúa Niall.
Pisándose las palabras todos dejan claro que son conscientes del peligro de la situación.
- Pero seguro que después no solo ellos serán felices, todos seremos felices.- Vuelve a decir Niall, dando a entender que se ha tomado bien la decisión definitiva.
-¡Un abrazo, coño!- Grita Louis, y todos nos lanzamos a la cama a abrazar a los futuros papás, haciendo de esta situación a demás de un momento sentimental, uno divertido y de amistad en su más puro estado.
-Pero prometedme que vais a proteger a Dani.- Digo yo a la vez que nos salimos de la cama y les dejamos respirar.
-¡Ni lo dudes!
-Por supuesto.
-Pues claro.- Van contentándome todos.
-Y que este no será el fin de One Direction. Por que si no, sería mi fin.
-¡¿Perdona!? Eso nunca.
-Oye, ni se te ocurra volver a pensar eso.
-Qué dices...
-Oh, creo que otra persona necesita un abrazo...- Dice Louis, que cruza hasta mi sitio para abrazarme mientras se ríe de mí.
-Es más, creo que esto nos unirá más todavía.- Concluye  Harry ahora algo más relajado y menos negativo, y todos asienten convencidos.
-Ahora el dinero no solo se irá en toneladas de comida para el rubio de bote, sino también para Dani. Qué estrés...
La voz de Paul hace que todos nos demos la vuelta a la vez. Le vemos apoyado en el marco de la puerta de la habitación.
-Pensábamos que te habías ido...- Dice Dani, siendo sincera.- Bueno, ¿qué te parece todo esto?
-Sinceramente, sigo en shock.
Tras unas cuantas risas se une al corrillo que hemos formado alrededor de Liam y Dani.
-Pero será bonito. Enhorabuena.- Dice, sonriente.
A todos se nos ablanda el corazón al ver a un tipo siempre tan serio e imponiendo tanto que sonreímos con él y su ternura.
Aunque en seguida volvemos a reír fuerte cuando Louis le da un abrazo a él también.


Nos hemos pasado la tarde en esa habitación del hotel, sentados en el suelo, en sillas o en la cama junto a una ya muy recuperada y sonriente Dani. El tema principal, sin dudarlo, ha sido el embarazo, pero de una forma mucho mejor de la que todos nos esperábamos. Es como si todos nos hubiésemos puesto de acuerdo y, poco a poco, hemos ido dando a Dani y a Liam la opinión sobre la decisión de tener el bebé. Como si pudiésemos leernos la mente, todos hemos dicho lo mismo, solo que cambiando la forma de decirlo y las palabras: Sabemos todo lo que va a venir ahora, tenemos muy en cuenta la lista de cosas que le he dicho a Liam y somos completamente conscientes de que esto repercutirá en la vida de todos, pero dejando atrás  eso, el grupo entero lo consideramos una buena noticia, un motivo por el que sonreír y, sobretodo, demostrar que nuestra amistad y lo que nos queremos podrá más que cualquier dificultad.
La noche cae casi sin que nos percatemos de ello y Paul, que también se ha quedado esta tarde con nosotros hablando sobre el embarazo, les mete prisa a todos para prepararse e ir al concierto que se celebrará esta noche en Houston, pero antes de obligar a que todos salgan, echa un vistazo a Dani y le habla:
-Creo que tu hoy deberías quedarte aquí. Te has desmayado y no creo que tengas fuerzas para aguantar ahora un concierto.
-Que no, Paul, venga, voy a prepararme.
-Ni hablar, Danielle, no estás en condiciones.
-¡No me digas Danielle!
-Lo hago para parecer más serio.
-¿Más?- Me río ante la respuesta de Dani, y de no ser porque los chicos ya se han ido a prepararse, se estarían riendo también.
-Oye, que tiene razón, y creo que después de 25 conciertos que llevamos no pasa nada por que nos perdamos uno, ¿no?
-¿Los vas contando?
-Sí.- Le contesto, porque me encanta tanto estar haciendo esto que cuento cada concierto, cada ensayo al que vamos o cada reunión secreta con Directioners que organizamos. Estoy viviendo el mayor sueño de mi vida, claro que los voy contando.
Al final conseguimos convencerla y nos quedamos en esa habitación las dos solas.
Conseguimos que el rato se nos pase rápido aprovechando que estamos solas para cotillear Twitter, seguir y mencionar a gente, mirar fotos, escuchar música, cantar con voces horribles y pedir unas pizzas que tardan bastante en llegar para el increíble hambre que tenemos. Esta vez dejamos el embarazo de un lado y volvemos a una de esas tardes que pasábamos antes de todo esto, esas tardes de hincharse de comer, escuchar música o intentar ver alguna película sin comentar cada uno de los pasos del protagonista.
-Mira, mira este tweet.
"Con que Marina es guapa, ¿eh?" dice la chica que ha escrito el tweet, y adjunta una foto que parece ser de hace poco en la que salgo por la calle. El viento corría muy fuerte y salgo con los ojos cerrados, la boca semiabierta porque seguramente estaba diciendo algo, y una postura de lo más extraña intentando que el viento no agitase el pelo sobre mi cara. Además, la ropa que llevaba se ciñe a mi cuerpo mostrando que, efectivamente, no tengo un cuerpo precioso y se muestran mis "curvas", por no decir chichas. Es una foto de lo más horrible. Bueno, la que sale horrible soy yo, la foto no tiene la culpa.
-¿Ah, sí? Pues ahora verás.- Le contesto a Dani, metiéndome en la cuenta de ésta chica desde mi móvil y abriendo ese tweet. Le escribo uno que dice "Joder, soy horrible...Pero bueno, en esta foto salgo bien, ¿no crees?" y adjunto una foto que guardé la semana pasada que encontré también en Twitter, aunque en este caso la estaba buscando. Unos paparazzis nos pillaron a Niall y a mi en la calle, ni siquiera me acuerdo a dónde íbamos, el caso es que pensé "¿Queréis que posemos?" y sin ni siquiera avisarle, tiré de su brazo y le besé. El sonrió siguiendo mi juego y el beso, y ahora es una de mis fotos favoritas.
Envío el tweet y en seguida se lía en Twitter. Algunas me acusan de prepotente, de "chula", de gilipollas, y ya empiezan a salir las típicas frases como "No le quiere por ser Niall Horan, le quiere por ser Niall el de One Direction" y todas esas mierdas de las que ya paso. Por otra parte hay chicas que se ríen de lo que acabo de hacer y me apoyan, entendiendo que estemos hartas de que nos critiquen por el simple hecho de ser las novias de Liam y Niall.
Me olvido del drama bloqueando el móvil y tirándolo a la cama. Me concentro en observar lo preciosa que es Dani cuando se ríe con ganas, tal y como está haciendo ahora. Yo solo quiero que sea feliz, y espero que así sea.
Cuando ya habíamos pedido más comida y estábamos a punto de terminarla, Paul toca a la puerta y nos dice que es hora de volver a los autobuses y ponernos rumbo a Dallas. Al ver a los chicos les saludamos con abrazos y demás gestos habituales, y en vez de irnos a nuestro autobús con las bailarinas, que ni siquiera sé si ya se han enterado de la noticia, nos vamos al suyo para que nos cuenten qué tal ha ido hoy.




Las 5:42 de la mañana. En el autobús de las bailarinas, solo Sofía, Mónica, Vane y Vito duermen en sus correspondientes camas. Paula no puede dormir con los gritos y bailes de Frai, y Raquel no quiere hacerlo para estar pendiente de lo que diga, porque nunca se sabe qué puede pasar por una mente tan perversa.
Frai se pasea por el pasillo que a ambos lados tiene las camas de las bailarinas, Marina y Dani. Lleva una botella de vodka en la mano y ningún vaso, lo que significa que se la está bebiendo a morro. Viste con un pijama de verano demasiado fresco para el frío que hace en este camino desde Houston a Dallas. Unos shorts que más que ser pantalones parecen bragas, y reafirman sus finas piernas de un tono moreno ideal y una camiseta de tirantes corta, mostrando su vientre. Llevaba el pelo recogido en un moño. Llevaba, porque ya está totalmente desarmado tras tanto movimiento.
-Frai, joder, para ya, que te vas a poner mala. A dormir, venga.- Paula se levanta pretendiendo quitarle la botella, pero a pesar de que no calcula bien lo qué hace, Frai la esquiva y empieza a beber dándole la espalda. En ese momento Paula aprovecha para quitarle la botella y Raquel se levanta en seguida para cogerla y esconderla. Paula intenta acostar a Frai.
-Paula, eres una gran amiga...
-Vale pero a dormir ya- Dice Paula, casi cogiéndola en brazos para ponerla en su cama, resoplando harta de sus tonterías.
-...te voy a contar un secreto...
-A ver, dime.- Contesta, preparándole la cama para que esté lo más cómoda posible y se duerma ya.
-...voy a enamorarle, pronto....
-Claro que sí, venga a dormir ya.
-...lo juro...Es algo que tengo pendiente desde hace mucho tiempo...
Esta vez los suspiros de Paula por lo pesada que es Frai y por las ganas que tiene de dormir, se convierten en miradas acogedoras y la acomoda con delicadeza sobre la cama.
-¿No te parece que estás haciendo mucho daño?- Le susurra, tapándola con cuidado.
-Más daño me hicieron a mi.- Contesta, con una sonrisa a pesar de lo duramente que lo dice.- Buenas noches.
Paula no puede hacer otra cosa que no sea mirarla con pena y se acuesta en su sitio, recordando por unos segundos la historia de Frai en su cabeza.
Raquel aparece tras haber escondido la botella muy bien y suspira aliviada al ver que por fin todas están durmiendo, así que sube a su colchón por unos escalones y se acomoda dispuesta a dejarse secuestrar por el sueño.

Pero, tras casi una hora, se da cuenta de que no viene, e intenta calmar su aburrimiento mirando Twitter.
De repente el único ruido que había se calla, porque el autobús se para. Raquel se asoma por su hueco y observa en los cristales del autobús que están en una estación de servicio.
Y, aparte de eso, es otro ruido el que le llama la atención. Alguien en la parte de abajo está moviéndose.
Sospechando ya quién puede ser, dice su nombre.
-¿Frai?
Una pausa y, efectivamente, es ella la que le acompaña en su noche en vela.
-¿Qué?
-¿Dónde vas?
-No puedo dormir, voy al sofá a ver un poco la tele.
-Ponla en voz baja, vaya que se despierten las demás.
No recibe respuesta, pero observa como Frai va la zona del sofá, la mini-nevera y la tele, y le hace caso bajándole el volumen casi del todo.
Raquel se altera al ver que no hace caso de la tele, sino de lo que hay fuera. Casi en frente suya aparca el autobús de los chicos, y en seguida sabe lo que quiere: él.
"Por favor que no salga, por favor..."- Dice, cruzando los dedos. Frai apoya su cara totalmente contra el cristal al observar que el autobús aparca frente a ellas y se le puede oír susurrar algo.
"Por favor, por favor...." Sigue suplicando Raquel en sus pensamientos, pero es totalmente inútil. La puerta se abre y alguien sale. Efectivamente, es él.
No hace falta ninguna otra señal para que Frai, como un rayo, se levante y cruce el pasillo a oscuras hacia la puerta.
-¡Fra...!
-¡Shh!- Le contesta Frai a Raquel, y no le da tiempo a bajar de la cama cuando su amiga ya ha salido a la calle. Con las piernas colgando fuera del hueco se queda sentada en el filo de su sitio y susurra "mierda" varias veces, pensando qué hacer ahora.
-Eh, tú...Sí, Frai te llamas, ¿verdad? ¿Qué haces?- Raquel logra oír al conductor del autobús hablar con Frai.
-Nada, voy a tomar algo de aire.
-Así lo que vas a coger es un resfriado.- Le contesta, y Raquel niega con la cabeza percatándose de que ha salido con ese pijama tan provocativo afuera.
No vuelve a oír nada más, así que baja del todo y cruza el pasillo hacia el sofá. Se sienta sobre él y observa  cómo Frai se dirige hacia él escondiéndose. ¿Qué trama ahora?
Al fin se decide a actuar y coge su móvil, abre WhatsApp y reza para que Marina esté despierta.





Casi las 7 de la mañana y aún estamos despiertos...Para una noche que no tienen que levantarse a grabar, se han acostado tardísimo...Será la costumbre. Harry, Liam y Dani ya están durmiendo, somos Zayn, Louis, Niall y yo los que quedamos despiertos, criticando una película pésima a la vez que nos reímos en voz baja de ella.
Estamos los cuatro arropados con una manta en el sofá cuando el autobús ha parado. Miro por la ventana y veo que estamos en una estación de servicio.
 Yo quedo pegada en la esquina junto a Niall. Al principio estábamos pendientes de la película, o más bien de hablar de ella con Zayn y Louis, pero ahora estamos más pendientes el uno del otro. Ha puesto un cojín sobre mis piernas y ahí ha apoyado su cabeza tumbándose dispuesto a dormir.
-¡Ala, acomódate si ves que no!
-Calla, que sé que te encanta.
Gira su cabeza hacia mi para mirarme. Nunca hemos sido de esos novios empalagosos que se besan delante de sus amigos, pero será la atmósfera de la noche o que estamos acurrucados uno con el otro... Al final acabo inclinando mi cabeza hasta besarnos y, poco a poco, él se levanta y acaba besándome entre risas silenciosas.
Pero mi móvil suena, asustándonos y estropeando el momento. Me levanto cabreada hacia la mesa que hay delante nuestra y desbloqueo la pantalla.
Me pongo nerviosa al ver que es un WhatsApp de Raquel, y más aún cuando veo que mientras Niall y yo nos besábamos, Louis y Zayn se han ido. Lo abro y es lo que me temía.

Zayn y Louis han salido fuera y Frai también, está escondida cerca suya en pijama y muy borracha, tía, ¿qué hago?

Me muerdo el labio poniéndome automáticamente nerviosa.

Ya salgo, estate pendiente por si te necesito.

-¿Qué pasa?- Pregunta Niall al notarme ausente.
-Que Zayn y Louis han salido, y adivina quién está afuera en pijama y borracha.
-No me jodas...- Niall se revuelve el pelo adivinando que la noche acaba de dar un giro radical. Me echo una chaqueta encima y, por suerte, aún no estoy en pijama.
-¿Vas a salir?
-Pues claro, ¿vas a dejar que Frai borracha se abalance sobre él para violarle?
-Ala, exagerada.
-Tu no la viste el día de la playa, en las rocas.
Niall aporta algunas risas a la situación y al final decide acompañarme.
-Shh, vamos a escondernos, si viene, entonces salimos- Le susurro una vez fuera.
Asiente y me hace caso, colocándose detrás mía. Esperando encontrarme a dos personas solo me encuentro a él.
-Joder, ¿y el otro?
-Habrá ido a por comida.
-No todos somos como tu.
-¡Oye!
Le hago callar con un manotazo en la boca que creo que hasta casi le duele cuando veo movimiento en la oscuridad del fondo. Es ella.
-Mira.- Le susurro, y la veo avanzar hacia la luz con pasos torpes, dejando claro que está muy borracha.
-Joder cómo va...- Comenta Niall. Y no solo se refiere a que va borracha: el pijama que lleva no deja paso a la imaginación.
Dirijo mi mirada hacia él y le observo apoyado en el autobús con ambas manos en la espalda y las piernas ligeramente estiradas. A saber qué está pensando. Seguro que no sabe qué le espera ahora.
Frai ha salido algo más hacia la luz, pero él sigue sin darse cuenta. Con una mano en la cadera y andando sobre sus calcetines hasta las rodillas, se dirige cada vez más rápido hasta él. El movimiento de una piedra a su paso hace que él por fin se de cuenta de que hay alguien ahí. Niall y yo nos escondemos más aún sin dejar de presenciar la escena.
-¿Frai?
Sale hacia la luz del todo y es una pena no ver su cara al tenerlo de espalda, porque estoy segura de que se está riendo de las pintas de Frai.
-Estabas increíblemente sexy mirando al cielo en esa postura...
-Vete a tu autobús, que hace frío y mira como vas, anda...
Él se dirige hacia ella y le coge la mano, intentando ser lo más delicado posible, más aún en su estado. Pero antes de que pueda dar un solo paso Frai se suelta brúscamente y se agacha raspando sus rodillas en la carretera. En menos de dos segundos los pantalones de él se bajan y Niall y yo contemplamos su trasero a punto de quedarse al aire también.
-¿¡Qué estás haciendo!? ¡¡Otra vez no!!- Intenta huir de ella, apartarla sin hacerle daño, pero parece recuperar todo el equilibrio que le faltaba ahora y echa sus manos a los boxers, dispuesta a bajarlos.
Ahora, joder, ahora.
-¡¡Frai!!- Grito su nombre pero ella pasa de mi y da un tirón hacia abajo. Cuando llego a dónde están casi me quedo en shock. Le ha bajado los boxers por completo.
Niall, que llega detrás mía, consigue distraerme y por fin hago algo. Lo primero que se me viene a la cabeza es coger a Frai del moño casi desecho que tiene y tiro de ella haciendo que caiga de culo hacia atrás. Él se sube los boxers rápidamente y los pantalones también, mirando a todos lados en busca de alguien que nos pare a Frai y a mi a parte de Niall, pero ya no hay vuelta atrás.
Tiro de su pelo con todas mis fuerzas a la vez que ella chilla de dolor, hasta un momento que paro porque me siento un monstruo. Con las lágrimas al borde de los ojos se levanta y me quedo mirándola pensando que iba a darse la vuelta para volver a su autobús, pero vuelve a lanzarse hacia él con más fuerza incluso de la que yo acabo de emplear.
-¡Venga, a tu autobús ya!- Dice Niall. Entre los dos conseguimos que se despegue de él y Niall actúa esta vez, cogiéndola en brazos para llevarla al autobús.
Frai emplea sus uñas para arañar la cara de Niall mientras que también le da puñetazos e intenta que sus pies le den patadas, por lo que casi se le cae unas cuantas veces de camino al autobús.
Un furia ciega se apodera de mi al ver cómo le hace daño sin lástima alguna a Niall y aunque faltan varios metros para que por fin lleguen al autobús y se acabe todo, vuelvo a la pelea tirando esta vez de sus brazos. Hago que caiga y le pego una gran torta en la cara, de esas que suenan y se quedan marcadas al cabo del rato.
-¡A él ni le toques, hija de puta!
Esta vez, es algo personal, así que los insultos, los tirones de pelo, las patadas en el vientre y los arañazos los recibe ella por mi parte. Y algo bueno tenía que tener que ella tenga un fino cuerpo de bailarina y yo un cuerpo normal: soy más fuerte y ya no puede conmigo. Además de que va borracha, claro.
-Marina, para, por favor.- Ignoro la voz de Niall, es más, su voz me da aún más fuerzas para dejarla en el suelo. No puedo consentir que vuelva a tocarle, que vuelva a pegarle de esa manera. Me hundo en la rabia más aún con cada torta, con cada patada y puñetazo.
-¿Me estás oyendo? ¡Ni una vez más, gilipollas!
De repente unos fuertes brazos rodean mi vientre y me levantan en el aire haciendo que pare la pelea. Como esperaba, es Niall.
Raquel sale del autobús y me dedica una mirada cómplice antes de llevarse a Frai hacia dentro, haciéndonos ver que va a falsear un poco con la excusa de ayudarle, como si no estuviese de parte nuestra.
Al fin me calmo y Niall me deja en el suelo. Raquel y Frai ya están casi adentro, pero una última vez Frai gira su cabeza y me grita:
-¡De esto te vas a acordar durante toda tu puta vida!
Y por fin Raquel tira de ella hacia dentro y todo esto se termina.

Noto la mano de Niall acariciando la mía despacio a la vez que yo respiro pesadamente. Miro hacia la puerta del autobús totalmente seria para, después, girarme y encontrarme con su mirada.
Su puta mirada me calma. Me droga. Ahora me siento débil.
-No tenías que haberlo hecho, ni siquiera me estaba haciendo daño.
Observo algunos arañazos en su cara y los acaricio a la vez que dejo un tierno beso en sus labios, pero él, conmovido por todo esto, me abraza fuerte, tan fuerte que siento sus brazos clavándose en mi espalda, pero me encanta.
Abro los ojos y me encuentro al protagonista de todo esto observándonos a varios metros.
Nos dirigimos hacia él. Está totalmente paralizado, con la ropa aún desarmada.
-Gracias.- Solo es capaz de decir eso mientras, los tres a la vez, nos dirigimos hacia el autobús como si nada hubiese pasado, sin importarnos que los demás nos puedan haber escuchado.
-No hay de qué.- Contesta Niall, igual de simple que él.
La puerta del autobús se abre y entramos respirando hondo. Puedo notar la tensión corriendo aún dentro de mi.
Así que, decido eliminarla con un poco de humor.
-Por cierto, la tienes pequeña- Le digo, aportando una carcajada algo elevada de tono.



--------------------------------------------------------------
¡Hola! Os dejo otro mensaje para deciros varias cosas:

1. Os recomiendo que leáis la novela de @lookuptoameezy ( tiene otro twitter también, @mahoneftsel) que es ésta de aquí: http://lovingyouiseasyfanfic.blogspot.com.es/ es sobre Austin Mahone pero no tienes que ser fan de Austin para entenderla, el caso es que está genial y espero que me hagáis caso y le echéis un vistazo :)
2. Hoy me he conectado casi media hora después de subir el capítulo y me he dado cuenta de que me habían subido 57 visitas en solo esa media hora (increíble, en serio, es mucho para mi) Os agradezco que me leáis pero también me gustaría que de vez en cuando, en el capítulo que más os impresione o el que menos os guste, me dejéis un comentario aquí en el blog o en el ask de la novela http://ask.fm/MyParadisefanfic porque así puedo saber qué hago mal o qué hago bien y animarme a escribir más.
3. Gracias de verdad por leerme, eso es lo que me hace más feliz. Os lo agradezco de corazón. <3

Montse. @bornthiswayme.
--------------------------------------------------------------