domingo, 10 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 15.


¿Sabéis de esa horrible sensación de ser alguien que sobra? ¿De intentar hacer algo y que te arrebaten la ilusión dejándote destrozada, haciéndote sentir inútil? Pues ese mismo sentimiento me recorrió la mente el día de ayer, pero solo hasta que lo supieron los chicos. Ellos siempre están ahí para encargarse de que yo sea feliz. Lo estuvieron durante 7 años sin ni siquiera conocerme, por supuesto que siguen haciéndolo a día de hoy.

Era enorme la cantidad de gente que conocí ayer en tan solo 2 horas. Dos agotadoras y, para que engañarme, cansinas y pesadas horas intentando inútilmente aprenderme muchísimos nombres de gente importante en el tour con la cual Harry se lleva bien. No me separé de él en ningún momento mientras paseábamos por el hotel y parábamos a gente que ni siquiera sabía que venía con nosotros. Todos sabían quién era, pero yo no tenía ni idea de que ellos estaban aquí. Supongo que tendría que acostumbrarme de una vez a esta sensación, pero es tan extraña que cada vez que viene parece ser nueva.
Tras casi dos horas diciéndole mi nombre a gente que trabaja para el tour, solo me aprendí quiénes eran dos personas: un tipo llamado Robert, que al ver a Harry le abrazó con mucha alegría, como si llevasen años sin verse, y una de las personas más importantes, por no decir la que más, de toda la organización del tour: un tal Hubert que empezó siendo amigable y acabó haciendo que casi rompa la puerta de mi habitación del hotel al dar un portazo de rabia.
A la vez que le decía mi nombre a la gente también contaba el propósito que tenía, ese plan para que las Directioners conociesen a los chicos, pero la hora de la verdad era esta, porque todo dependía de la palabra de este hombre. Intenté expresarme de la mejor manera y hasta poner cara de pena, intenté hacer que Hubert se metiese dentro de la mente de una Directioner y comprobase qué se siente al conocer a tus ídolos.

 Pero fue quitándome ilusiones cuando, al terminar, echó a Harry de la habitación para darme una respuesta. Sonrió abriendo su boca con amplitud, desconcertándome.
-Marina, cielo,- Me dijo aquel "cielo" con un tono burlesco que me hizo poner cara de asco.- A los chicos las fans le importáis muchísimo, y tienes razón en eso de que la mayor parte de lo que hacen es por vosotras, pero no son ellos los que mandan en cuanto a este tema que tu quieres tocar. Aquí, en este territorio, si quieres conocer a la banda hay que pagar y comprarse un M&G. No hay otro camino.
En seguida iba a levantar la voz, pero tan solo al abrir la boca el hombre levantó un dedo en señal de silencio.
-Ten en cuenta que si estás aquí es casi de milagro y que no puedes manejarnos. Yo te manejo a ti. Y puedo hacer que tu y tu amiga volváis a España solo con chasquear los dedos.
Cerré mi boca en una línea recta con varios dientes mordiéndome el labio superior. Mi mano izquierda buscó a mi mano derecha y ahí se incaron mis uñas con rabia.
-Creo que esa no es la mejor manera de hablarle a una chica que solo ha propuesto una idea amablemente.- Intenté hacerle saber con educación mientras mis uñas raspaban la palma de mi mano.- De todas formas, gracias por escucharme. Encantada, señor...
-Llámame Hubert- Sonríe mientras me acompaña a la salida. No pude evitar dar un respingo que claramente notó cuando me tocó el hombro a la vez que me abría la puerta. Salí al pasillo sin mirarle a la cara y una vez que cerró, corrí escaleras abajo hacia mi habitación, dónde solo quería encerrarme a llorar después de ver todo lo que me estaba esforzando para nada, para que un tipo sin escrúpulos me echase en cara que yo aquí solo estoy para molestar.
Pero cuando entré en mi cuarto y cerré la puerta de golpe, no me di cuenta de que allí no solo estaba Harry, sino que todo el grupo en busca de una respuesta.
-Marina, relájate, por favor.- Me dijo Louis, el cual vino a mi encuentro en seguida.- ¿Qué ha pasado?
No me lo pensé dos veces antes de decir:
-Que solo les importa el dinero. Y que yo solo estoy aquí para molestar. Sé que no es cierto, pero, ¿sabes qué? De ahora en adelante sí que lo será.
Claramente, tras esa respuesta, todos me rodearon en busca de una explicación.
 Al darla recibí caras de decepción, enfado por parte de los chicos, rabia contenida en el azul de los ojos de Niall y una voz honda y decidida que dijo:
-Mañana nos vamos al centro de la ciudad y Marina llevará a cabo su plan. No hay nada más que hablar. Y ya nos encargaremos de que no te vuelvan a hablar así: se cree que es él quien manda, pero no.
Tras dejar eso totalmente claro y concluir la conversación, Zayn me lanzó una sonrisa. Tantísimo tiempo a su lado y fue la primera vez que le vi enfadado, o al menos la primera en la que me he percatado de su enfado. Es difícil verle así, porque siempre está bien con la gente.

Así que al final optamos por decirle a Hubert y a otra gente importante que trabaja con él que las bailarinas, Dani y yo nos íbamos a hacer algo de turismo por México mientras los chicos se iban a la reunión para hablar del nuevo disco. Dijeron que les parecía bien, pero lo que no les contamos es que tras eso los chicos vendrían a recogernos y, entonces, "casualmente", acabaríamos en ese sitio donde organicé la quedada que se supone que  he cancelado.


A pesar de que aún tengo algo de rabia corriendo por mi ser, he disfrutado como nunca visitando sitios de México. Hemos ido de un lado para otro, haciendo fotos de cada cosa que había ante nuestros ojos o comprando tonterías de las tiendas de regalos de los sitios que visitábamos. Esto era lo que yo quería: viajar, sentir que estoy en un sitio y que puedo conocer su cultura, mezclarme con su gente, comer comidas diferentes...
Hemos pasado la mañana entera de turismo, así que ahora estamos tan cansadas que hemos recibido la furgoneta de los chicos como si fuese una cómoda cama. En 15 minutos y con algún tiempo extra, hemos recorrido la distancia que hay entre donde estábamos y el lugar de la quedada. Los nervios van aumentando mientras nos organizamos a gritos y moviéndonos dentro de un espacio muy pequeño.
-¡A ver, joder, escuchadme! Primero sale Frai y atrae a las chicas de la quedada, cuando ella me mande un WhatsApp diciendo que salgamos, salimos pero discretamente...- Miro a Louis, el cual ya se había dado por aludido- ¿Vale?- Me lanza una sonrisa.- Y no os mováis de al lado de la furgoneta para cuando nos tengamos que ir, porque no tenemos a Paul ni a los tipos grandes para ayudarnos a salir de aquí. ¿Queda claro todo?
-Sí, mamá.- Contesta Dani, haciendo que todos se rían. Frai sale del coche tras ponerse en menos de dos segundos sobre su camiseta blanca una sudadera de 1D muy llamativa para que se note que es la que ha organizado la quedada. Se despide de nosotros y sale decidida. Divisa la calle en busca de gente para la quedada y la suerte está de su parte cuando ve a un grupo de chicas dirigirse hacia ella. Nosotros lo observamos todo desde la furgoneta, esperando pacientemente a que nos envíe el mensaje de salida. La vemos darse un par de besos mientras dice su nombre al grupo de 10 chicas que hay, mientras poco a poco van llegando más. Un tiempo después llego a contar que hay 25 chicas y Frai me envía el mensaje:

¡Salid ya! 

Lo leo en voz alta y tras volver a repasar las indicaciones, abro la puerta de la furgoneta y salgo fuera. En seguida unas cuantas chicas se ponen a hablar en susurros, otras le preguntan a Frai, otras me miran dudosas y, finalmente, se empiezan a acercar todas. Dani sale y no les queda duda de que somos nosotras dos.
Pero la verdadera locura empieza cuando del asiento del conductor sale el mismísimo Zayn Malik, y casi al mismo tiempo las puertas se van abriendo y de ahí salen todos a la vez. Casi tiran a Frai al suelo entre empujones, corriendo hacia nosotros mientras nos precipitamos a cerrar las puertas para que nadie entre.

En instantes me encuentro aplastada sobre la furgoneta intentando no caerme dando pasos lentísimos entre la gente, ayudando a que avancen hasta llegar a ellos.
Por un momento observo a los chicos detenidamente, ahí, abrazando a grupos enormes de chicas a la vez, enterrados entre gritos ahogados y llantos de alegría, hablando con todas y regalándoles el mejor día de su vida. Es una imagen preciosa que espero que estén fotografiando las fans, porque estoy tan rodeada de gente que no puedo meter la mano en el bolsillo de mi pantalón y sacar el móvil.
Una chica de pelo negro larguísimo y ondulado me llama la atención, no solo por ese impresionante pelo, sino por su cara rojiza llena de sudor y porque parece estar tirando de algo entre la multitud. Me abro paso entre la gente para preguntarle si está bien cuándo, de repente, me doy cuenta de que de lo que tira es de una niña pequeña que intenta no ser aplastada por la gente. Me apresuro a levantar a la pequeña por los aires y noto como respira el aire puro. A la chica, que supongo que es su hermana, le doy la mano y tiro de ella hasta que llego hasta Liam, que es de quién más cerca estoy, y las dejo allí. Al darme la vuelta veo a Dani gritando que, por favor, se organice una cola, pero es inútil cuando los nervios se palpan en el ambiente y todas quieren aferrarse a  la oportunidad de estar con ellos.
Al rato, una chica se acerca y casi cae en mis brazos, agotada tras haber llegado a la primera fila de toda la masa de gente. En seguida le doy una botella de agua y le pregunto si está bien. Me contesta con un bonito y marcado acento mexicano:
-No temo caer ahora, los chicos me han salvado mil veces.
-¿Te refieres a...?
Antes de que termine planta ante mis narices las cicatrices de su muñeca, esas que delatan sus pasados intentos de desaparecer a saber por qué motivo. En vez de  preguntarle nada, intento sonreír sin que se me salten las lágrimas y la llevo con los chicos, sus héroes, los que con decirle "eres perfecta" a través de canciones han conseguido que esos cortes no lleguen a más. Al final algunas lágrimas se precipitan por mis ojos al verla fundirse en un tierno abrazo con los 5.
Dani aparece con una mujer ya mayor que aparenta entrar en los 40, y tras dejarla con los chicos me cuenta que es Directioner desde hace unos cuantos años y que aunque se han llegado a mofar de ella por serlo, por gustarle un grupo de adolescentes a su edad, no le importa y dice que la edad es lo de menos cuando se trata de amar la música.
Eso me hace sonreír ampliamente cuando hace unos segundos me estaba enjugando algunas lágrimas de mis mejillas.
De golpe, con pasos enormes y gritos desgarradores, unas cadena de 6 chicas aparece ante mi, y yo me uno a ellas hasta dejarlas de la mano de Niall, el que ahora tengo al lado. Me tiemblan los brazos al observar la expresión de la chica que iba primero en la fila, con la cual uno la mano de Niall, que al darse la vuelta la mira y sonríe sin darle tiempo a decir nada cuando todas se lanzan a la vez a por él.
No solo son ellos lo que reciben abrazos y palabras de agradecimiento: Dani y yo también acabamos dando abrazos casi sin cesar, con abundantes lágrimas en las mejillas, no solo nuestras, sino de fans que nos llenan a besos mientras sollozan. Algunas nos preguntan "¿esto ha sido idea vuestra?" y yo no sé si asentir, o seguir llorando, o abrazarlas aún más fuerte porque, joder, quiero contestar un gran "SÍ", orgullosa de estar logrando todo esto, de que cada vez más y más chicas se unan a la locura que se ha liado, de que ellos estén así de felices mientras hacen aún más felices a las fans...
 Pero no puedo. Porque se supone que esto es "una casualidad", que yo no he organizado nada, y que si quieres conocer a tus ídolos tienes que pagar un M&G.
 Porque si digo que todo esto está pasado gracias a mi, nos echan del tour.

Cosas así de emocionantes, hermosas y emotivas vivo en casi 3 horas que pasamos en ese pequeño trozo de calle rodeado de chicas, cada vez más y más, todas intentando hacerse un hueco, todas buscando la ayuda que Dani y yo damos para que puedan llegar a ellos. De repente, una ventana de la furgoneta se abre y Vane nos advierte que Paul lleva llamando un buen rato a sus móviles, por lo que el gilipollas de Hubert  me viene a la mente y me acerco a Zayn, que ahora se encuentra a mi lado, para decirle que tenemos que irnos. Tardamos más de 20 minutos en despejar unos pequeños metros de la zona, lo suficiente para entrar todos de golpe en la furgoneta y cerrar. El problema es irnos de allí con todas rodeándonos... Qué difícil es la vida de One Direction sin Paul.


La puerta de la habitación dónde hace unas horas había tenido esa pequeña charla con Hubert, vuelve a abrirse para dar paso a un grupo de gente con la cara roja, mofletes inflados y un espíritu actor que hemos tenido que explotar al máximo ante la bronca de Paul.
Al cerrar la puerta algunos les decimos a otros que se aguanten la risa un poco más, solo hasta que nos alejásemos de allí, pero resulta inútil porque solo al bajar dos escalones Niall y Harry explotan en lágrimas de risa y dolor constante de barriga solo de no parar. Increíble la interpretación que acabamos de dar, digna de un Oscar, en la que yo fingía que solo volvíamos al hotel y nos equivocamos de calle, con el apoyo, las afirmaciones y las pequeñas historias para hacer la gran mentira más creíble aún de los demás.
-Hoy toca fiesta.- Dice Louis, así, de repente, en mitad de las risas y los comentarios de nuestras caras mientras inventábamos de todo.
-Venga ya, Louis, Dani no está como para ir de fiesta.-Dice Liam, antes de que nadie pueda coger aire para contestarle.
-Es verdad...Bueno, lo decía porque los días que nos quedan aquí son para ensayos y reuniones y esta es la única noche que podemos...
-Louis, ya estoy bien.- Afirma Dani. Los demás no podemos evitar volver a las risas.- ¡No os riáis de mi! Lo digo en serio.
-Venga ya, Dani, llevas dos días malísimos, no creo que te siente bien una fiesta ahora- Le digo, intentando hacerla entrar en razón, pero ella niega con la cabeza sin dejar que termine de hablar.
-Estoy bien, de verdad, y me apetece salir muchísimo.
-Tienen razón, hoy deberíamos quedarnos aquí...-Dice Louis.
-Venga ya, que sé que ya tienes escogida la discoteca y todo, ¿o me equivoco?- Dani se apoya en su hombro sonriendo y él asiente dándole la razón con otra sonrisa aún más grande.
-Vale, salimos, pero en cuanto te encuentres mal te traigo al hotel.- Dice Liam, y ella asiente convencida.
Así que, tras hacer un poco el tonto por los pasillos, paseando por ellos como si fuesen un parque y hablando a voces sobre nuestro ajetreado día, cada uno se va a su habitación para prepararse para esta noche. Como Dani tiene su ropa en la habitación de Liam y yo en la de Niall, nos despedimos hasta dentro de unas horas.
Entro con Niall en la habitación y en seguida abro el armario y las maletas en busca de algo que me haga sentir potente y guapa para esta noche, sin embargo, no tengo ganas de salir, así que acabo escogiendo unos sencillos pantalones blancos con algo de encaje en los bordes que acompaño con unas finas medias negras, una blusa rosa pálido y unos tacones negros. Mientras yo saco la ropa, Niall se ducha para dejármela a mi libre más rápido. Tras un rato sentada en la cama mientras hablo con mi hermano por WhatsApp, el cual me pregunta cómo estoy de parte de toda mi familia, Niall sale del baño con una nube de humedad acompañándole.
Casi se me cae el móvil al suelo por culpa de mis torpes manos temblorosas, pero es que ese dios de ojos absorbentes que acaba de aparecer ante mi no me puede dar otra reacción que no sea esta. Con solo una toalla alrededor de su cadera, su cuerpo reluce con aún algunas gotitas de agua recorriendo sus brazos de moderados músculos y su torso de abdominales marcados poco más que su oblicuo. Levanta uno de esos fuertes brazos y se revuelve el pelo aún mojado, el cuál deja ver aún más su rostro de labios finos también húmedos, sus mofletes de un color rojizo encendido y, como siempre, destacan esos ojos brillantes, preciosos.
La manera en la que lleva la toalla, moviéndose con cada paso que da en el borde de su cadera, me hace querer levantarme y quitársela de un solo tirón. La imagen de esto me hace soñar despierta por unos segundos.
-Eh, Marina.- Hace un burlesco chasquido de dedos ante mis ojos.- La ducha está libre... ¿Hola?
-Vale, vale...- Me levanto y me dirijo hacia la puerta, de la que él se aparta para dejarme pasar. Voy con pasos lentos porque mis ojos no pueden apartar la mirada de los suyos y recorrer su cuerpo despacio.
-¿Qué te pasa?- Me pregunta, con una sonrisilla tonta de satisfacción.
-He subido al cielo.- Contesto. Me sale de muy adentro esta sincera respuesta.
-Es que... Eso de provocar no solo sabes hacerlo tu...- Da dos pasos hacia mi.
-¿Provocar? ¿Yo? Yo no sé hacer eso.
-Pues entonces es un talento natural...- Una de sus manos acaba en mi cadera y de un empujón me atrae hacia él.
-¿Esto qué es? ¿Una competición?
-No, porque claramente ganaría yo. Es más, creo que ya he ganado.
-Odio cuando te pones así de prepotente.- Digo, poniendo los ojos en blanco- Pues ahora verás.
Me separo de él y me meto en el baño a toda prisa. Me quito la ropa mojada tras haber hecho contacto con su cuerpo, la tiro al suelo y me ducho en menos tiempo del habitual, que suele ser bastante ya que me gusta relajarme bajo el agua caliente. Pero no, esta vez voy con prisa, y al salir me coloco la toalla alrededor de mi cuerpo, subiendo mi pecho y alocando mi pelo con rápidos movimientos.
"Va a ganar él" Digo en mi mente, y claramente es así. Yo no soy sexy, ni guapa, es más, ni siquiera llego a "bonita" o al típico "estás bien." Es algo que sé y que no hace falta que nadie me diga. Lo que no entiendo es por qué él, un chico tan perfecto no solo de físico, sino también de forma de ser, se ha fijado en una fea malhumorada como yo.
-¡Te estoy esperando!- Dice, llamando a la puerta del baño. Olvido mis pensamientos por un momento y vuelvo a esta absurda competición abriendo de golpe. Sus ojos se dirigen rápidamente a mis pechos subidos a conciencia, y aunque intenta disimularlo no puede. Me dirijo hacia mi ropa y la cojo, agachándome delante de él, que ahora me mira el culo. Me levanto con un movimiento de pelo frenético y mordiéndome el labio, paso por su lado y cierro la puerta despacio mientras me mira con la boca semiabierta, los labios temblorosos y los ojos clavados en mi.
En seguida tiro la ropa al suelo y respiro profundamente. No puedo aguantar más esta tensión. Por un segundo, por un puto momento maldigo que quiera ser tan romántico, que tenga un sitio especial y que quiera darme la mejor noche de mi vida.
"¿Tanto soy?"
Me pongo la blusa, las medias y los pantalones, y no me da tiempo a secarme el pelo cuando vuelve a aporrear la puerta con ganas.
-Vale, me he equivocado, eres la ganadora, pero por favor, sal de ahí ya.
-¿Pero qué di...?- Abro la puerta riéndome y en seguida se lanza, aún llevando solo la toalla, pero ya seco, y me besa con la misma pasión, el mismo sabor y el mismo sentimiento que me besó aquella otra noche en el backstage.
De golpe, se separa y me sonríe dulcemente, como si ese beso mientras sus manos me recorrían fugazmente no hubiese pasado.
-Vístete, llegamos tarde.
-Lo..Lo mismo digo...- Iba a cerrar la puerta, pero de repente vuelvo a abrirla y digo elevando la voz:

-Dejémoslo en un empate.


Poco después ambos estamos listos para salir. Él ha optado por una camiseta gris que ha acompañado con una chaqueta vaquera y unos pantalones color crema con sus características Nike altas negras. Y qué puedo decir, si todo le queda increíblemente bien.
Salimos mientras sigo peleándome con él por la tontería de que soy muy bajita, y que incluso con tacones no le llego más arriba de los hombros, pero opto por pasar de él cuando vemos a los chicos en recepción.
Nos saludamos y nos echamos varios piropos, sobretodo Dani y yo, que siempre solemos decirnos cosas como "Mmm, te hacía de todo, nena" y burradas así que soltamos solo por hacer la gracia.
-¿Quién falta?
-Creo que solo Frai y Vane.- Contesta Raquel, mientras se acerca a mi. Con un disimulo digno de admiración me dice, como si estuviésemos hablando de otra cosa distinta, que esta noche hay que vigilar a Frai muy bien porque va a por él más que nunca. Asiento e intento disimular igual de bien que ella para comunicarle del peligro a Dani.
De repente las puertas de uno de los ascensores se abre y como si fuesen un par de dotadas modelos salen Frai y Vane con vestidos que no son normales para una simple noche de fiesta. Vane luce un vestido demasiado corto de encaje negro entero que hace que se le transparente un sexy sujetador y unas bragas del mismo color que quedan perfectas con su estupendo cuerpo. Se ha recogido en pelo en un moño que cae relajado de su cabeza y se ha dejado varios mechones caer sobre su rostro. Anda con unos tacones enormes que ni la mismísima Lady Gaga sería capaz de llevar. Está preciosa, pero nadie diría que va a pasar una simple noche de fiesta.
Y Frai...No se ha cortado ni un pelo. Sobre su cuerpo luce un vestido rojo chillón igual de corto que el de Vane por delante, pero con una pequeña pero larga cola que llega casi al suelo por detrás. Su melena, a pesar de ser corta, cae sobre uno de sus hombros con un recogido muy bien hecho, y sus labios son incluso más rojos que el vestido. Los tacones son también enormes, pero casi no puedes mirarlos, ya que los ojos se van directamente al vestido y a sus pechos subidos incluso más que yo lo he hecho antes con el jueguecito de "quién provoca más a quién" que ha empezado Niall.
-¡Hola!- Saluda Vane, alegre.
Nadie dice nada, simplemente miramos asombrados.
-Bueno, ¿nos vamos?- Habla Frai, y en seguida se oyen varios "sí" "vamos" en voces casi mudas.
La noche promete...


Hoy Louis no ha elegido una discoteca, sino un pequeño y muy escondido pub de gente adinerada a los pies de una preciosa e inmensa playa mexicana de arena blanca y agua cristalina que no se distingue en la noche. Aunque para nada es un lugar para llevar tacones y vestidos, la gente los lleva, ya que a un lado de la discoteca está la playa y al otro los grandes edificios que dan a la cuidad.
Entramos y nos fundimos con la fiesta con facilidad, solo que esta vez no nos dispersamos como solemos hacerlo. Yo me quedo junto a Liam y Zayn, ya que ninguno de los tres tenemos ganas de beber y bailar esta noche, pero por otro lado, Louis, Niall y Harry se llevan a Dani, que tiene muchas ganas de fiesta, y lo demuestra dándolo todo en la pista respondiendo con gritos y movimientos de baile a las canciones que pincha el DJ, muy aclamado por el público. Las bailarinas también se mezclan entre la gente, aunque algunas más a nuestra vista que otras.
El pequeño local tiene una decoración del típico bar de playa, pero con una pista con una gran mezcla de luces  que ocupa casi todo el local. La barra también tiene muchísimas luces que hasta llegan a marear cuando llevas ahí un rato.
Liam bebe de su vaso mientras observa con cariño como su novia se divierte y demuestra que se encuentra mucho mejor. Pero por el contrario, a mi otro lado, Zayn bebe apoyado sobre la barra, moviendo los cubitos de hielo de su vaso con suaves movimientos de muñeca.
-Eh, Zayn, ¿qué te pasa?
Suspira profundamente y me mira. Me dedica media preciosa sonrisa, pero sus ojos siguen oscuros, y no me refiero a que son marrones. Tiene algo en la cabeza, seguro.
-Cuéntamelo...- Le digo, con tono tranquilizador.
-Es que...Es que hoy es una de esas noches en las que, no sé por qué, pero de repente, me hundo. Me hundo porque Perrie no está aquí, porque la hecho de menos...
-Es que la quieres. Y encima Liam y Niall nos tienen aquí y es como un constante recordatorio de cómo estarías tu con ella...
-Pues...sí. ¿Para qué voy a negarlo? Pero no es vuestra culpa, yo si puede haría lo mismo, la llevaría a todos lados...
Por un momento ambos miramos a nuestros vasos en silencio, pero en un ataque de nervios golpeo la mesa y hago que se sobresalte.
-¿Sabes qué haría yo esta noche? Olvidarme de todo. Son solo unas horas, bebe, diviértete, baila, pasa una buena noche y ya te vendrán los bajones otros días, pero hoy, ¡no!- Vuelvo a dar otro golpe en la barra que llama la atención del camarero Aprovecho y le pido algo.
-Bueno, supongo que tienes razón.
-Que sí, que sí. Venga, brindemos. Por el tour, por los nuevos proyectos, porque cuando menos te lo esperes volverás a tenerla a tu lado.
Sonríe esta vez mostrando sus perfectos y blancos dientes y achinando sus ojos, que ya no tienen esa oscuridad de la que hablaba: ahora solo tienen ese color marrón avellana tan bonito.

Mi consejo ha hecho mucho efecto y, tras un rato, Zayn desaparece entre la gente bailando y solo quedamos Liam y yo, hablando de un poco de todo, de Dani, de las Directioners de esta mañana, de el local y de lo borrachos que deben estar ya todos los demás...
Al terminar de dar un gran trago, alguien me llama y encuentro a Sofía con ambas manos en el estómago y cara de dolor.
-Hola, Marina, ¿me acompañas al baño? Me encuentro mal...
-Claro.- Contesto, yéndome con ella.
-Eh, Sofía, ¿necesitas algo?- Dice Liam.
-Ya la acompaño yo.- Digo, sabiendo que lo de que se encuentra mal es una simple excusa para hablar de Frai.
Entramos en el baño y lo primero que hago es cerrar la puerta con pestillo mientras ella comprueba que no hay nadie más en las demás puertas.
-¿Qué ha pasado?
-Se lo ha llevado, tía, se lo ha llevado.
-¿En serio? ¿Ya?
-Pero él ya va borracho, ella casi que también, y mientras estábamos todos en la pista les he visto pegados, bailando, y de repente Frai le ha cogido del brazo y han desaparecido.
-¡No, joder! ¡No, no no!- Digo, desesperada, corriendo en círculos alrededor del baño.- Joder... A ver, ¿dónde han ido?
-Ven, sígueme.
Volvemos a pasar entre toda la gente bailando y me lleva a una de las salidas, la que da a la playa. Ambas salimos silenciosamente y caminamos despacio por una tabla de madera que lleva a unas rocas de más o menos nuestra altura. Nos quitamos los tacones y pisamos la fría arena sintiendo la humedad y el intenso olor a mar mientras nos asomamos entre las rocas. Oigo unos voces y cierro los ojos sabiendo lo que voy a encontrar, porque no quiero verlo, joder, no quiero.
Pero resulta no ser para tanto, aunque aún así me hace querer salir de mi escondite y traer a Frai tirándola del pelo. Sobre varias rocas enromes clavadas con fuerza en el suelo, Frai le apoya mientras se acerca lentamente a él.
-Por fin...
-Frai qué est...
Le calla con un beso con tantas ganas, con tanta fuerza que parece hasta mal dado, que él parece incómodo moviendo su boca sin ganas, pero poco a poco Frai se relaja y acaba dando un beso que parece hasta tierno, lento, que no parece llevar mentira, lujuria, celos y maldad.
Las manos de Frai recorren sus abdominales con la punta de los dedos, haciendo que él tiemble y hasta parece delirar, diciendo palabras inaudibles entre respiración y beso, negando con la cabeza mientras Frai arrebata su chaqueta y sube su camiseta con intención de quitársela, pero al ver que él no cede a ello, es ella la que se desprende de su vestido, empezando por la parte de arriba, sacando sus manos de las mangas y quedándose en sujetador. Las manos de Frai dejan de tocarle por un momento para desabrocharse el sujetador en dos segundos, y de repente sus pechos quedan libres.
Justo en ese momento tengo el impulso de salir de dónde estoy y gritarle que pare, que qué cojones hace, sin importarme que me descubra y tener menos posibilidades de ayudar a Elena. Es que joder, Frai está desnudándose delante de él... Menos mal que está Sofía para pararme los pies.
-¿!Qué haces¡?- Susurra alterada.
-¡Se está quitando el vestido!
-¡Pero no puedes salir!
-¡Pero Sofía...!
-¡¡Shhh!! ¡Calla y mira!
Cuando vuelvo a centrar mis ojos en la escena porno que está montando Frai, veo que él ya no se tambalea, ni se apoya sobre la roca, ni susurra palabras. Ahora le ha agarrado los brazos a Frai con fuerza, y ella eleva la voz pidiéndole que pare.
-Frai, no sé que haces, pero tengo novia y la quiero.- Por un momento cierra los ojos y cae hacia delante, pero vuelve a coger equilibrio y camina, desprendiéndose de ella.- No estoy tan borracho como para que puedas aprovecharte de mi, ¿ves?- Contesta, y camina despacio dejando a Frai con los ojos llorosos y medio cuerpo al aire.
Sofía y yo salimos corriendo en la arena dadas de la mano y nos escondemos tras otro montón de rocas mucho más alejado pero del que podemos ver cómo él sale y se monta en el camino de tablas de madera que hay hasta el local y entra. A los pocos minutos aparece Frai con el vestido puesto, despeinada, y con las lágrimas brotando por sus mejillas.
-Me cago en la puta.- Dice, antes de entrar en el pub.
Tras asegurarnos que no hay nadie más cerca, Sofía me lleva por un caminito de arena que tiene un muro fácil de saltar. Así lo hacemos y acabamos en la puerta principal, la que da al lado de los grandes edificios.

-Dios mío, que tensión, Marina, no puedo con esto..., pero, ¡la ha rechazado!- Sofía se pone nerviosa sus tacones y se arregla el pelo, pero su respiración entrecortada delata que acaba de vivir algo increíble.
-Sabía que iba a hacerlo. No estaba tan borracho como parecía, sabía lo que hacía y lo que estaba pasando.
Sofía no para de suspirar y de limpiarse el sudor de la frente.
-¡Lo de vivir aventuras no te sienta bien!- Exclamo.
-Al fina voy a acabar mal de verdad...
-Pero reconoce que te lo has pasado bien...
Me mira con su cara de chica buena y se ríe con una risa que no había oído nunca, una risa que parece la de una  inocente niña de 5 años que acaba de recibir chucherías por parte de su abuela. Coge aire y me dice:

-Eso le pasa por ser tan puta.


Sofía y yo acabamos en la barra hablando con Liam, el cual se lanza a preguntarle a Sofía en seguida cómo está. Ella sigue fingiendo algo de dolor, pero le contesta que está bien. Se une con nosotros a la conversación y nos echamos unas cuantas risas antes de que, al  rato, Dani aparezca. Y ella no parece estar fingiendo.
-¡Dani! ¡Dani!- Grito, corriendo hacia ella  al ver cómo casi se cae sobre un grupo de personas que baila en la pista. La cojo y tiro de ella, casi arrastrándola al no tener fuerza, pero en seguida llega Liam a cogerla y la sienta en uno de los taburetes de la barra. Pido un vaso de agua a gritos bien fuertes para que me hagan caso y vuelvo a centrar mi atención en ella.
-¿Qué te pasa? ¿Te has vuelto a desmayar?
-No, no... Ahora son ganas de vomitar, otra vez...- Contesta, tosiendo a la vez que intenta calmar sus arcadas. Le doy la mano y corremos hacia el baño con Liam siguiéndonos, oigo también los tacones de Sofía tras nuestros pasos, pero ambos se quedan en la puerta mientras entramos al baño y nos precipitamos a abrir una de las puertas.
-No, Marina, no puedo...- Me muerdo el labio nerviosa al ver como dice débilmente "no puedo", agarrándose el vestido a puñados por la parte de su vientre, cerrando los ojos con fuerza, llorando...
-Dani, intenta vomitar, te sentirás mejor...
-Marina, es que no tengo ganas de vomitar, son más bien mareos, el caso es que necesito...- Habla entre toses y más lágrimas- Necesito que me lleves al hotel y Liam no venga con nosotras...Solo tu y yo...
-¿Qué? Pero, ¿por qué?
-Por favor Marina no preguntes, solo necesito salir de aquí y sacarme esta puta música de la cabeza, quiero explotar...
-Vale, vamos a salir...
Abro la puerta del baño y en seguida Liam y Sofía se lanzan hacia Dani y le preguntan que qué tal está, pero yo les separo y hablo con ellos a gritos en sus oídos, ya que la música parece más y más alta.
-Dani necesita irse, voy a pedir un taxi y nos vamos al hotel.
-Os llevo- Dice en seguida Liam.
-No, Liam, yo pido un taxi, porque...
-¡Que yo os llevo!
-¡Liam, joder, que me escuches!- Me arrepiento de hablarle así solo al segundo de hacerlo, pero es necesario.- ¡Si te vas dejarías a Sofía sola con todos los demás, que están borrachos! ¡No puedes venirte!
Sofía asiente y Liam finalmente entra en razón.
Saco a Dani casi arrastras de allí y pido un taxi. Le digo que me lleve al hotel todo lo rápido que pueda al taxista y salimos de allí. Abro la ventana para que el fresco viento veloz dé en la cara de Dani, la cual vuelve a mostrarse blanca como la nieve llegando a un pálido que hace que sus ojos se vean casi negros. Los labios le tiemblan sin cesar y no para de hacer movimientos bruscos como si hubiese algo dentro de ella pegándole.

Entro al hotel a toda velocidad, llamo al ascensor, ya que yo no tengo la misma fuerza de Liam para llevarla en brazos por las escaleras, y llegamos a mi habitación, que es la que más cerca nos pilla en el pasillo. Entramos y en seguida se tira sobre la cama y se dobla sobre sí misma sin parar de llorar y de gritar de dolor.
Me indica dónde está la medicina que Paul le dio la última vez, ya que se la regaló por si volvía a pasarle algo, y cuando la encuentro se la echo en un vaso de agua, todo muy rápido para que se encuentre bien de una vez.

Las 4:53 de la mañana. Dani se ha tomado el vaso con la medicina de Paul hace más o menos una hora y ahora está volviendo a recuperar el color natural de su cara. Ya no suda, solo tiene frío y por eso está totalmente tapada en la cama. Al fin podemos respirar algo más tranquilas.
-Dani, ¿tanto has bebido?
-No, ni siquiera estaba borracha.
-¿Entonces? ¿Cómo es que te has puesto así? Si estabas muy bien hace unas horas...
Dani cierra los ojos despacio y suspira. A pesar de que se encuentra mejor, algunas lágrimas siguen brotando de sus ojos. Entonces me doy cuenta de el motivo de esas lágrimas no es por ese molesto mareo que siente, ni por el dolor.
-Dani... Pasa algo.- Digo, afirmándolo de antemano.- Dime la razón por la que no querías que Liam viniese.
Respira entrecortadamente y se sienta sobre la cama aún con los ojos cerrados. Coge grandes bocanadas de aire antes de hablar.
-Marina, coge mi bolso...
Alargo mi mano hacia el suelo, donde esta su bolso que con todas las prisas ha acabado ahí, y lo subo hacia la cama apoyándolo sobre mis piernas.
-... y busca un predictor.
Levanto mi cabeza con fuerza y la miro con los ojos muy abiertos. Hago una larga pausa.
-¿¡Un predictor!?
-Sí, Marina, un predictor...
Con la confusión aún rondando en mi cabeza, meto mi mano en el bolso y rebusco entre sus cosas hasta dar con una caja alargada. La saco y es un predictor de color rosa y blanco con la foto de una pareja feliz en la que la chica está embaraza. Bajo la cajita de mi mirada y observo como Dani ha calmado sus lágrimas para levantarse decidida.
-Dani, ¿sospechas que estás embarazada?
-¿Y por qué si no iba a tener todos estos síntomas?
"Claro...Todo encaja." Pienso, aunque ni siquiera sé como estoy asumiendo esto.
Dani me arrebata el predictor de las manos y se dirige hacia el baño. La acompaño y, aunque intenta ser fuerte y matar la duda que le embarga de una vez, se derrumba una vez más en mi hombro y llora con fuerza, casi con rabia, abrazándome muy fuerte.
-Vamos, entra.- Le susurro.- Pase lo que pase, estaré aquí. Y él también lo estará.
Finalmente entra al baño y cierra la puerta. Me tiro del pelo hacia arriba desesperada y caigo sobre la cama de un golpe, rebotando en ella. Estoy muy confusa, con unos nervios dentro de mi que me están devorando. Dani...¿Embarazada?
Los minutos se pasan tan eternos que me desespero, que doy vueltas alrededor de la habitación queriendo echar la puerta del baño abajo, pero sé que ahora mismo no debería presionarla, si no hacer las cosas con calma. ¿Pero en serio puedo estar calmada ahora?
Embarazada. Un bebé en su interior.
La puerta se oye y en seguida recorro la habitación hasta plantarme delante de ella.
 Dani sale del baño despacio. Sus ojos brillan, pero no llora. Mantiene sus labios cerrados y respira despacio, tan despacio que parece que va a dejar de hacerlo de un momento a otro.
-Dani...
En su mano sostiene el predictor. Me precipito a cogerle el brazo y observar el resultado.

-Estás embarazada.- Susurro.

6 comentarios:

  1. MADRE MIAAA !!! TU QUIERES MATARME , NO ? EL CAPITULO ES MUY ASDFGHJ. EMPECEMOS POR LO DEL "JEFE" DE LA GIRA , ES UN CABRON , EN SERIO , ME CAE MAL , ESQUE AGG ! SOLO PIENSAN EN EL DINERO, PERO CLARO, LUEGO ME ENCANTA QUE LOS CHICOS LA AYUDEN Y QUE HAGAN LO DEL ENCUENTRO, ES MUUUY BONITO , ME ENCANTA LAS SENSACIONES QUE DESCRIBES, Y LUEGO LO DE LA RISA, JAAJAJJA ME HE PUESTO A REIRME YO SOLA. SIGUIENTE COSA, LO DE NIALL Y MARINA JEJEJ QUE MONOS SON LOS DOS ENSERIO, SON MUY PERFECTOS JUNTOS. LUEGO EN LA FIESTA, FRAY LA ODIO , PERO ME HA ENCANTADO QUE LA HAYAN DADO CALABAZAS , AUNQUE DA UN POCO DE PENA , SE LO MERECE. Y POR ULTIMO, PERO NO MENOS IMPORTANTE, LO DE DANI, ME MUERO , ME MUERO EN SERIO, ES MUY ASDFGGJ QUE ESTE EMBARAZADA DE LIAM , VA A SER UN PADRAZO , AUNQUE AY ME DA COSA VER COMO LO CUENTAN Y QUE PASA , ESTOY DESEANDO QUE SUBAS CAPITULO.
    ME ENCANTA EN CAPITULO , ES MUY PER-FECT .
    TU NOVELA ES LA MEJOR Y TU ERES UN ENCANTO , POR NO HABLAR DE LO BIEN QUE ESCRIBES
    UN BESO GUAPA
    HASTA EL PROXIMO.CAPITULOO
    @loulinizarries

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  2. DIOS ES QUE SABIA QUE ESTABA AMBARAZADA AAAAHIIII MADRE QUIERO YA LA REACCION DE LIAM ÑDJFBVÑDFSLJVC.
    Y la pobre Frai... XD Bueno, proble Louis ajajjajajajajajja
    QUE SIGAS ESCRIBIENDO PORQUE NECESITO LEER MÁS VALE? VALE
    ADIOS CHOCHO

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  3. Madre mia madre mia madre mia!!! Si esque te superas en cada capitulo. Esque no hay ninguno que yo pueda decir: "pues mira en este as estado un poco flojita" ESQUE NI UNO. Son todos perfectos y ya estoy deseando que subas el siguien y por favor te lo pido no tardes mucho que si no nos vas.a matar en la espera.
    By: @mirita_15

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  4. HOSTIAPUTA. CADA VEZ QUE LEO UN NUEVO CAPÍTULO ME ENAMORO MÁS DE ESTA NOVELA. ¡¿POR QUÉ ME DEJAS CON ESTA INTRIGA?! OMG. NECESITO EL SIGUIENTE. TE QUIEROOO <3 @Vanessahazza_

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  5. UOOOO. Siento llegar tsn tarde D: siguelo. Besooos @1DsMyAll

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  6. DIOS.DIOS.DIOS
    CADA VEZ QUE LEO TU NOVELA ES COMO ASDFGHlÑ
    CADA VEZ ESCRBES MEJOR Y ESO ESDIFÍCIL YA QUE DESDE QUE EMPECÉ A LEER TU NOVELA ME ENCANTO, EN SERIO ES GENIAL.
    CADA VEZ QUE LEO UN CAPITULL ME QUEDO CON LA INTRIGA Y NO EH NO AYY.
    BUENO CADA VEZ QUE SUBAS CAPÍTULO TE DEJARÉ UN COMENTARIO Y COMENTARÉ SOBRE EL CAPÍTULO, YA QUE AHORA SOLO TE HE DECLARADO MI AMOR POR TU NOVELA, JEJEJEJE.
    Y ESO QUE SIGAS ASÍ, QUE ME ENCANTA.
    Soy Victoria, un beeesazo<3

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