domingo, 24 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 16.

Abro los ojos sobresaltada por la alarma que puse ayer por la noche en mi móvil, la cual me avisa ahora de que tengo que ducharme, vestirme, desayunar e irme a la habitación del hotel de los profesores para dar clase. Solo de pensar en todo eso resoplo en señal de agobio y apago el molesto sonido dando a la pantalla táctil del móvil con el dedo intentando acertar, ya que aún no soy consciente de lo que hago.
Libero mi mente de pensamientos, pero en seguida vuelve a llenarse de incertidumbre y dudas al ver a quién tengo al lado. Es Dani aferrada a mi brazo durmiendo plácidamente como si la alarma no existiese, incluso acomodándose a mi lado.
 Anoche lloró muchísimo... solo lloró. El miedo a lo que viene ahora le impedía hablar, y yo no la forcé a que lo hiciese, porque ese era el momento de llorar, de balbucear palabras sin sentido ante la amiga que asiente como si le entendiese, pero es que la entendía. La entendía en el sentido de que acababa de recibir la sorpresa más grande de su vida y traía muchos caminos, decisiones, problemas...
Por eso ayer las palabras se quedaron en pequeños gritos del aún fuerte dolor y sollozos que de vez en cuando se derrumbaban con ella y estallaban en muchas lágrimas. Yo tampoco solté palabra, solo le traje su pijama, le hice que se lo pusiese, me quité los zapatos y tras dejar en la mesita de noche la caja de la medicina de Paul y agua por si hacía falta más tarde, me metí en la cama con ella, protegiéndonos del frío de anoche tapándonos y, además, abrazándonos. Se agarró a mí metiendo su cabeza bajo mi cuello y siguió llorando hasta que se durmió. Pero yo no podía dormir. Estoy muy preocupada por ella, por lo que está sintiendo, por lo que está por venir, y solo siento la necesidad de protegerla. Por eso la abracé aún más fuerte antes de dormirme.
La volvería a abrazar si no fuese porque no quiero despertarla. Dormir es la mejor forma de olvidarse de todo , porque puedes tener un sueño o una pesadilla, pero es otro mundo, y no es verdad. Puedes estar disfrutando y levantarte con buen sabor de boca, o puedes despertar agitada y respirar con alivio porque esa pesadilla no era tu realidad. O simplemente puedes dormir, evadirte de todo, salir de donde estés. Como cuando lees un libro o escuchas música.
Por un momento se me pasa por la cabeza levantarme lentamente, taparla, hacer todo lo que tengo pendiente, llegar a los profesores y decirles que se encuentra mal, pero Dani se mueve estirándose y abre los ojos lentamente. Me mira y, para mi sorpresa y alegría, sonríe.
-Qué tonta soy.- Me dice a modo de "buenos días."
-¿Por qué dices eso?
-Por lo que monté ayer. ¿Cuánto estuve llorando, dos, tres horas?
-Eso no importa, es más, es bueno. Ya tendrás tiempo de hablar, de aclararte.
-Lo segundo creo que tardaré en hacerlo, pero lo de hablar lo haré hoy mismo con Liam.
Se levanta y se sienta sobre la cama, estirándose aún más. Me sorprende la normalidad con la que habla y lo decidida que está a afrontarlo todo.
-Veo que estás mejor.
-No lo estoy, pero no puedo seguir llorando. Tengo que hablar con Liam, y tengo que decidir algo. No puedo estar parada.
-Pero, Dani, ¿por qué estás mal?- Me atrevo a preguntar, finalmente.- ¿Es por la inseguridad? ¿Es por la reacción de Liam?
-Es porque no quiero tenerlo.- Contesta, firme y cortante.
Me quedo callada tras esta clara y concisa respuesta, pero no puedo evitar casi susurrar un "¿por qué?"
-Porque...todo, porque no es ni el momento ni el lugar, porque no estoy preparada para...- Por un momento agacha la cabeza, sus rizos tapan su rostro y parece que va a volver a caer. Traga saliva haciendo un notable sonido y suspira- ...ser madre. Es que suena tan fuerte, tan grande, y tan lejano... Ser madre. No puedo hacerlo aún, Marina, no puedo.
Asiento entendiéndola ahora mejor.
-Es normal que estés así. ¿Quieres hablarlo? ¿O mejor nos vamos a las clases y dejamos el tema?- Le pregunto, intentando ser comprensiva.
-Por supuesto que quiero hablarlo, y quiero hacerlo contigo. Ahora mismo me pasa de todo. No sé cómo reaccionará Liam, necesito ordenar todo lo que hay en mi cabeza y ayer no pude... Pero llegamos tarde a las clases.
Se levanta de la cama y va despacio hacia el armario. Empieza a sacar ropa que da la sensación que ni siquiera está mirando y respira aceleradamente. Sé lo que quiere: quiere volver a llorar, pero esta vez explicando el motivo de su llanto.
-Ah, y gracias por lo de ayer.- Se da la vuelta y me sonríe por segunda vez.
-¿Gracias a mi? Cállate.- Le contesto, y me levanto para lanzarme a abrazarla. Aunque soy yo la que siempre se siente protegida bajo sus brazos, esta vez el sentimiento viene de ella.


La clase de hoy se me ha hecho eterna. Tengo la cabeza llena de dudas y lo único que quiero es que Dani aclare las suyas conmigo. Quiero estar a su lado porque sé que ahora mismo soy la única persona con la que puede hablar tranquila.
Salgo de las clases despidiéndome de los profesores y espero a Dani sentada en las escaleras mientras los que suben y bajan me miran, casi un poco extrañados de que esté sentada ahí, mirando el móvil con pasotismo, todos mis papeles en el suelo y los pies extendidos hacia abajo mientras mastico chicle. Me atrevo hasta a sonreirles aportando algo de sencillez en sus presumidas vidas.
Al fin aparece Dani y se sienta a mi lado resoplando.
-Me duele muchísimo la cabeza. Espero que no sospechen nada, no quiero decírselo a los demás  hasta decidir algo.- Dice, pensando en que ahora nos reunimos para comer en el restaurante.
-No creo que noten nada, di que tienes resaca y ya está.
Asiente y me levanto, tirando de su brazo para ayudar a que ella haga lo mismo. Bajamos las escaleras con pequeños saltitos hasta llegar a recepción. Damos una vuelta por el vestíbulo algo confusas al no saber dónde está el restaurante, pero vemos a Harry dirigirse hacia nosotras y respiramos tranquilas.
-Venid ya si no queréis que Niall se coma toda la comida y no podáis pedir nada.- Se ríe y nos guía por un pasillo muy largo con varias ventanas enormes que dan a un jardín, pero no un jardín como el del anterior hotel, sino uno enorme y muy simple: solo césped, una piscina y varios toboganes y columpios que imitan estar hechos de bambú.
Entramos y no hace falta detenerse a mirar la sala mucho rato para averiguar dónde están: ocupan la mesa más grande, la más ruidosa también. Tomamos asiento tras dar los buenos días.
-Dios mío, qué horror, ¿y esas caras? ¿tanto bebisteis anoche?- Me río de todos ellos y sus voces roncas, sus movimientos lentos y expresiones de dolor.
-Calla, hablas demasiado y me duele la cabeza.- Me responde Vito, resoplando, aunque lo hace riendo.
Me siento entre Harry y Dani, que ya está hablando con Liam sobre anoche. Él le pregunta preocupado que cómo está y ella le pone la excusa improvisada de que tiene resaca.
Una camarera toma nota de lo que vamos a comer y tras irse, giro mi cabeza y llamo la atención de Harry tocándole el pelo.
-Styles, hace ya que no hablamos.
-Tienes razón, Gijón.
-Eh, solo yo puedo llamarte por tu apellido.
-Lo que usted diga, Gijón.
Le pego un guantazo suave que él exagera con un gesto de dolor extremo que me hace reír.
-¿Cómo vas con ella?- Le pregunto, levantando las cejas seguidamente. Ahora es él quién se ríe de mí luciendo sus bonitos hoyuelos.
-¿Con quién?
-No te hagas el tonto...
-¿Con Vito?
-¿Con Vito?- Repito, imitando su voz  profunda y sus movimientos de pelo inconscientes.- Sí, con Vito, idiota.
-Pues...- Se queda algo pensativo. Chasqueo mis dedos delante de sus ojos para llamar su atención.- Es que no sé qué contestarte. Hay veces en las que parece que hablo con la pared, pero otras me hace caso y tenemos alguna que otra conversación larga...
La camarera trae mi plato y el Dani y ahora soy yo la que piensa mientras me meto el primer bocado.
-Puede que le gustes pero se siente insegura.
-¿Y qué hago?
-Nada. Sé tu, eres muy buena gente.- Asiento sonriendo y vuelvo a centrarme en mi comida, hambrienta.
-¿Buena gente? ¿Soy tu mejor amigo y me dices que soy solo "buena gente"?
Resoplo y pongo los ojos en blanco antes de contestar:
-Es que no tengo ganas de ponerme cursi.- Le doy una sonrisa traviesa y vuelvo a mi plato.
Contesta metiéndome un trozo de pan en la boca sin avisar, haciendo que casi me atragante entre la risa y que no me lo esperaba.


Hoy los chicos tienen el día muy ocupado: primero hablarán de vídeos, canciones y proyectos para Midnight Memories, su nuevo álbum, que está tomando forma, y por la noche tienen el concierto, así que las bailarinas también se van para ensayar una última vez. Eso significa que Dani y yo nos vamos a quedar solas: justo lo que necesitamos.
Nos dirigimos a la puerta del hotel tras comer. Ha sido una comida mucho más tranquila por causa de la resaca general. Louis y Zayn eran los peores: ojeras, voces roncas, movimientos lentos, poco apetito... Parecía que les costaba hasta masticar, no sé como van a aguantar todo el día ajetreado que les espera.
Harry, sin embargo, no estaba tan mal. Un leve dolor de cabeza cuando yo hablaba algo más alto, pero poco más. Nos hemos pasado la comida hablando de Vito, de cómo puede acercarse más a ella. Yo dándole consejos de amor a Harry Styles, quién lo diría.
Las bailarinas están mezcladas: unas van bien y otras, entre ellas Frai, llevan cara de dolor como máscara. Observo a Frai con disimulo. Se ha pasado la comida callada, mirando a su plato o hablando con Mónica. Puede que esto haya servido para que deje sus estúpidos planes un tiempo, pero no creo que tire la toalla.
Niall está más o menos bien, pero va durmiéndose mientras camina. Me gustaría ver cómo Paul le regaña cuando le vea dormido en las esquinas del escenario mientras ensayan, pero hoy es preferible quedarme aquí con Dani. A los demás les hemos puesto la excusa de que tenemos que estudiar, pero pienso llevarla al gran jardín para hablar tranquilas.
Despedimos a los chicos en la puerta del hotel. Le estaba diciendo adiós a Harry con la mano, con el cuál llevo hablando todo el rato desde que nos hemos visto, cuando de repente Niall se planta delante mía y me da un beso fugaz, de esos que se dan las parejas casi por obligación cuando se saludan o se despiden.
-¿Qué haces?- Le digo, pareciendo algo borde.
-Probar cómo saben estos besos.
-No me gustan.- Le digo, sinceramente.
-Yo he descubierto que los odio. Me gusta mucho más cuando puedo darte uno lento, abrazándote.
Se acerca y parece que voy a recibir uno de esos cuando posa sus manos sobre mis hombros y se inclina a mi oído. Su aliento cosquillea mi cuello y sus manos se deslizan por mi espalda lentamente hasta acabar en un abrazo.
-Hasta esta noche.
Se separa de mi. Agarro la mano de Dani intentando no morir lentamente tras esto. ¿Pretende tenerme en este modo todo el día mientras no esté, o algo así?
Me lanza una sonrisa antes de marchar a la furgoneta.


Dani y yo nos pasamos la tarde correteando por la planta baja del hotel, sintiéndonos inútiles al no encontrar la puerta por la que se accede al jardín, pero sin querer preguntar a nadie porque, después de todo, estamos pasando un buen rato. Pensaba que ésta iba a ser una tarde teñida de lágrimas, que iba a pasarla oyendo cómo Dani me contaba sus inquietudes...Me había preparado para entenderla, para callarme y dejarla hablar, ya que al final siempre acabo hablando de más y no dejo a los demás terminar... Iba a ser mejor amiga de lo que he sido nunca, y creo que lo estoy siendo, pero de manera natural. Estoy haciendo que demos vueltas alrededor del hotel, metiéndonos por pasillos liosos y puertas que dan a cosas de mantenimiento, provocando su risa cada vez que estamos a punto de meter la pata.
En un momento de locura he abierto una puerta en la que está prohibido pasar a no ser que seas del personal y he pegado un portazo descubriendo que era la habitación que controlaba todas las cámaras de seguridad del hotel. Por un momento he tomado una gran bocanada de aire mientras me preguntaba cómo coño había llegado allí y le he dado la mano a Dani para salir de a la velocidad de la luz. Un hombre vestido de guardia nos ha gritado muy fuerte, pero nosotras hemos salido de allí corriendo sin dejar que nos alcanzase, aunque tampoco tenía mucho interés al ver que solo somos dos tontas dando vueltas.
Y, por fin, Dani da un pequeño grito de victoria y me agarra del brazo para llevarme a la muy trabajada y enorme puerta de madera encabezada por un letrero en el que pone "Parque y piscina." Hemos abierto con tanta fuerza y ansia que la gente que allí había se ha girado inmediatamente a mirarnos. Nosotras, riéndonos, nos hemos alejado de ellos en la gran extensión de césped y nos hemos dejado caer de golpe sobre él. Tras eso hemos caído de espalda una al lado de otra, sonriendo mientras nos acordándonos de nuestra huida del guardia de las cámaras.
Me alegro de que esté pasando así, de que se esté tomando bien la situación, por que sé que no está actuando, porque tras tantísimo tiempo con ella sé cuándo la risa chillona que le corta la respiración, le hace achicar aún más los ojos y hace que su cara sea roja es verdadera.
Mi móvil vibra en el bolsillo y lo saco en seguida.
-¡Es Cris!
-Estará con Elena- Razona Dani.- Vamos a divertirnos un poco contándoles el espectáculo de Frai.- Dice, ya que está totalmente informada de lo que ayer hizo, cosa que también ha servido para sacarle unas cuantas risas.
Descolgamos y las saludamos con alegría antes de empezar a contarlo todo precipitadamente.





La sala donde las bailarinas se cambian es bien grande, lo suficiente para que ellas se muevan en el espacio yendo de un lado para otro, cambiándose rápidamente antes de cada canción o ensayando ese odioso paso que suele fallar al ser algo más difícil.
-Mierda.- Dice Mónica, moviendo sus manos rápidamente entre un montón de ropa.
-¿Qué pasa?- Le pregunta Paula, riéndose de como se aparta los rizos mientras casi mete la cabeza en el montón.
-No me he traído el conjunto para bailar "Rock Me".
-¡¿Qué dices!?- Grita Raquel, al escucharla.- ¡Verás cuando se entere Dolma!- Le advierte, un poco divertida al imaginarse la cara de la coreógrafa, Dolma, gritándole por haberse olvidado el traje una 6º vez.
-No no no, tengo que ir al por el traje, pero ya.- Dice Mónica, dando vueltas por la sala.
-¿Cómo vas a ir ahora, si salimos a ensayar ya?
-Que sí, que voy, ya me inventaré alguna excusa, callaos la boca y dejarme dinero para un taxi.
-Mira que no tener ni un céntimo encima...- Se queja Vane, mientras gira sobre si misma mirándose al espejo.
-Yo te dejo dinero, y si quieres voy contigo.- Dice Vito, levantándose de dónde estaba sentada al mismo tiempo que busca dinero en los bolsillos de su chaqueta. Sonríe al encontrar un billete y mira a Mónica, la cual niega con la cabeza no muy convencida.
-Bueno, si quieres... pero te va a regañar a ti también.
-Ya ves, me da igual.- Contesta, mientras le coge la mano y salen de allí corriendo.
Suben las escaleras hacia al escenario intentando esquivar los sitios en dónde puede encontrarse ahora a Dolma y acaban saltando por el borde de él hacia el césped del campo de béisbol, el cual están preparando para esta noche. Corren a través del campo rezando por no escuchar sus nombres en un par de gritos antes de por fin cruzar la puerta hacia la salida. Una vez en la calle se encuentran a salvo y piden más tranquilas un taxi.

El viaje se hace algo más largo debido al ajetreado tráfico y  los constantes pensamientos de Mónica en voz alta, que no sabe dónde ha dejado el traje esta mañana. Entran en el hotel aminorando la velocidad, pero igualmente escandalosas y llamando la atención por sus cabellos descolocados y sus respiraciones fuertes. Por un segundo dan gracias de no tener que esperar ningún ascensor ni subir ningunas escaleras porque sus habitaciones están en la planta baja, cerca de la piscina. Correteando por los pasillos en busca de su habitación,  Mónica se acuerda de dónde está el traje y da un pequeño salto en señal de victoria, justo a unos pasos de su puerta. Abre y entran ahora mucho mas pacíficas y respirando hondo. Vito se sorprende del desastre de habitación que tiene montado mientras que Mónica se dirige con pasos pesados hacia un montón de ropa similar a dónde anteriormente buscaba y alza el brazo con el conjunto de un color morado brillante muy llamativo en sus manos, sonriendo.
-Vámonos.- Ordena a Vito antes de cerrar la puerta, pero el cansancio de todo lo que ha corrido en estos pocos minutos le hace apoyarse sobre la puerta y respirar hondo para calmarse. Vito la imita sobre la pared agradeciendo la idea, ya que se encuentra en el mismo estado.
Tras unos segundos así, Mónica levanta su cabeza llena de abundante cabello rizado dispuesta a salir de allí, cuando otros rizos bien abundantes y de color similar al suyo le llaman la atención cerca de la piscina.
-¿Esa no es Dani?- Pregunta, haciendo llamar la atención de Vito.
-Sí, y la de al lado es Marina.- Afirma, haciendo que Mónica ande hacia el cristal por el que las está observando. Las ve reírse casi revolcándose en el césped mientras sujetan un móvil que se les cae continuamente con el ansia de querer cogerlo a la vez.
-¿Qué hacen?- Se pregunta Mónica, con una sonrisa de lado.- Ven, vamos a espiarlas un rato.
-No Mónica, venga, vámonos ya que Dolma se va a enfadar.
-Me da igual, total, por una vez más... Quiero ver qué hacen, venga.- Agarra del brazo a Vito y la hace caminar hacia la puerta grande de madera que da al jardín. Vito resopla y arrastra sus pasos, sin ninguna gana de ver qué hacen Dani y Marina, pero queriendo complacer a su amiga.
-¿Para qué quieres espiarlas?
- Vamos, ¿te crees que son tontas? ¡Marina es la prima de Elena! Seguro que lo saben todo, lo de Frai la otra noche incluido, y quiero ver cómo hablan de ello.
-Ni que Frai te pagase para que las espiases...
-¡Anda, pues es buena idea!- Exclama, antes de empujar la puerta.
Caminan silenciosamente por el jardín hasta quedar a varios metro de ellas, sentadas a la sombra de un tobogán mientras intentan esconderse. Están de espaldas a ellas, por lo que se permiten salir un poco de la sombra e intentar afinar el oído. Se quedan en silencio total para oírlas reír y averiguar el por qué.

Y vaya si lo averiguan. Al pensar que están en total soledad, o que las personas que hay alrededor solo son turistas del hotel, Dani y Marina lo dicen todo, absolutamente todo. Cuentan con detalles a Elena, que es la persona del móvil, cómo Frai pasó el mayor ridículo de su vida en las rocas de la playa y se ríen de ello con ansias. También nombran algo de amenazas hacia Elena, lo cual no explican mucho pero se sobreentiende,  dejan claro que intentan defenderla y parece ser que van detrás de estropear los planes de Frai.
Mónica le susurra a Vito "Te lo dije" sabiendo que tendría razón en cuanto a que Marina y Dani lo saben todo. Un rato después Marina cuelga la llamada y arroja el móvil hacia un lado aún atacada por la risa mientras se gira para quedar casi en frente de Dani y seguir hablando con ella.
-Ve a por el móvil.- Le ordena Mónica a Vito.
-¿¡Qué!?- Le contesta entre susurros.
-Que les quites el móvil, tengo una idea.
-No joder, que van a pillarme.
-Pues si no vas tu, voy yo.
-¿Quieres callarte y quedarte aquí?-Contesta Vito, cogiéndole del brazo para que se esté quieta.
-Espera, tengo una idea.- Dice Mónica, y sigilosamente da la vuelta en el tobogán hasta acabar cerca de un grupo de chicos de más o menos su edad.
Entre susurros más alto de lo debido llama la atención de alguno de ellos y, finalmente, uno se dirige hacia ellas lleno de confusión y una sonrisa divertida en el rostro.
-¿Ves a esas de allí?
-Sí.- Contesta el chico, un latino de pelo moreno y acento bien marcado.
-La castaña de pelo liso tiene un móvil al lado, ¿lo ves? Pues quiero que lo cojas. Si te pillan sal corriendo y nos vemos en...
-En la puerta de los servicios del restaurante.- Dice Vito, aportando ideas a esta locura de plan.
-No pienso hacer eso.- Contesta el chico, haciendo ademan de alejarse, pero se para cuando Vito saca de su bolsillo un billete. Con media sonrisa lo desliza entre sus dedos y finalmente se lo mete en el bolsillo del pantalón.
El chico pasea lenta y tranquilamente entre Dani y Marina, las cuales siguen sin enterarse de nada de lo que pasa a su alrededor entre risas y cachondeos. El chico se tira, literalmente, al lado de Marina y encima del móvil, chocando con ella y haciendo que caiga sobre su pecho en el césped. Mónica y Vito miran asombradas cómo el chico se esconde el móvil en el bolsillo antes de que Marina y Dani puedan reaccionar ante la caída.
-Lo siento, de verdad, ¿te he hecho daño?
-No, estoy bien.- Contesta Marina, con una mano sobre su pecho en señal de claro dolor.- ¿Y tú?
-También, lo siento.- Se levanta y se dirige hacia el tobogán de nuevo, ante la mirada atónita de las dos amigas. Cuando se asegura de que vuelven a hablar entre ellas, le da el móvil a Mónica y ambas salen corriendo hacia la puerta de madera, ya preparadas para volver a los ensayos.


Mónica y Vito se levantan de golpe al ver entrar a todas sus amigas a la sala donde antes se cambiaban. Todas llevan el traje de haber estado bailando "I would" y saludan alegres al verlas.
-Tenemos mucho que contaros.- Dice Mónica, sacando el móvil de Marina lentamente hasta posarlo antes los ojos de todas. Con cara de confusión, preguntan de quién es.
-Es de Marina. Le hemos estado espiando a ella y a Dani y nos hemos enterado de muchas cosas.
Las caras de Sofía y Raquel cambian totalmente ante la sospecha de que las hayan descubierto, así que intentan disimular su miedo cuando Mónica empieza a contar todo lo que ha pasado en este rato que han estado fuera. Respiran con alivio cuando termina su relato, apoyado por Vito, y sus nombres no aparecen: por ahora solo saben que Dani y Marina defienden a Elena y Cris también está de por medio.
Raquel lanza una mirada que dice varias cosas a Vito. Ella gira la cabeza esquivándola cuando mira al suelo, dejando a Raquel en un estado muy confuso, deseando que se revuelvan para ir a ensayar la próxima canción y  hablar con ella.
Frai le arrebata el móvil a Mónica y maldice a la dueña de éste al ver que para acceder al menú necesita una contraseña. Prueba algunas como "Niall" o cosas así, pero nada. Al rato se lleva las manos a la cabeza apartado su flequillo de la frente y resoplando.
-No pasa nada, lo que se me ha ocurrido es solo para que te deje en paz, no nos hace falta saber nada más.
Todas se miran entre ellas, algunas no muy convencidas de las ideas de Mónica, otras sonriendo por la misma razón.
-¿Tenéis papel y boli?- Pregunta la de las ideas locas. Vane busca en su bolso mientras las demás le observan.
Raquel no aguanta más y saca su móvil. Lo desbloquea y busca a Vito en WhatsApp:

Pensaba que no querías hacerle daño ni a él ni a Elena, joder, ya sabes cómo es Frai.

Vito nota que le vibra el móvil en el bolsillo, lo saca y mira hacia ella. Hace una mueca antes de contestar:

No lo hago por Frai y lo sabes.

Raquel resopla y hace algo raro con las manos en señal de fastidio.

¿En serio vas a joder la relación y vas a dejar que Elena siga recibiendo amenazas solo por Mónica?

Vito vuelve a contestar, esta vez decidida, incluso elevándose un poco de donde está sentada. Lo envía y levanta la cabeza frenéticamente esperando la reacción de Raquel. Este último mensaje la deja sorprendida: Vito está de parte de Frai, definitivamente, sin importarle uno de sus ídolos, sin importarle que Elena lo esté pasando mal por culpa de lo que a Frai le pase en la cabeza.

Quiero a Mónica y sabes que voy a hacer lo que sea por ella.

"Lo que buscas con Mónica no va a ninguna parte" le dice Raquel moviendo los labios a Vito mientras ella gira su cabeza hacia otro lado, pero le es inevitable seguir mirando de reojo la cara de decepción de su amiga Raquel.




Me despido con suspiros de fastidio de la amable recepcionista que me ha mandado a la mierda con palabras educadas, pero lo ha hecho, al contarle que me han robado el móvil. Dice que no puede hacer nada aunque pueden haber sido clientes del hotel, y aquí estoy, atacada de los nervios porque no sé dónde coño está mi puto móvil. No creo que puedan mirar nada porque tengo puesta contraseña, ¡pero es que me han robado el puto movil, joder!
Dani me pide que me tranquilice cuando le llega un WhatsApp. Los chicos vienen al hotel con las bailarinas para dejar al equipo de decoración, luces y audio ultimar unos detalles del escenario.
Les recibimos en una de las puertas traseras del hotel  y les vemos salir de la furgoneta algo más animados y despiertos que al medio día. Les saludo a todos con la alegría habitual de siempre aunque sigo con el fastidio de que me han robado el móvil.
Voy en busca de Niall cuando le veo hablando por el móvil tras la furgoneta. Parece que no me ve aparecer mientras va de un lado a otro.
-Os doy hasta el día 29 de Junio... No, me prometiste que estaría todo bien para el 16...
Hace una larga pausa mientras se la da vuelta despacio. Al verme abre sus expresivos ojos azules todo lo que puede y se le escapa un claro "joder".
-Vale, el 2 de Julio, ni un día más ni uno menos, tengo que colgar...Adiós.
Se apresura con muchísimo nerviosismo a colgar y guardar su móvil en el bolsillo de sus jeans antes de que acabe en el asfalto gracias a sus temblorosas manos. Pocas veces le había visto tan alterado y me divierte que sea yo la que le ponga así, así que sonrío.
-¿Cuánto has oído?
-No te preocupes, solo un puñado de fechas sin sentido.- Decido no preocuparle y lo consigo al oírle dejar ir su miedo a haberle descubierto en un suspiro.
Salimos de detrás de la furgoneta y pillamos a todos yéndose a sus habitaciones. Dani, que va de la mano de Liam, me lanza una mirada y mueve los labios. La entiendo perfectamente: va a decírselo. Muevo mis labios para desearle suerte, pero por otra parte sé que no la necesitará, que Liam es un chico estupendo. Aunque este tema es... podríamos llamarle "El tema."
Lo único que tengo claro es que si Dani, por alguna cosa u otra se queda sola, siempre me tendrá a mi haya los temas que haya.

Salimos del ascensor hacia la habitación de Niall mientras me cuenta cosas de Midnight Memories o tonterías que han hecho el día de hoy, pero al entrar cierro de un portazo tras mi espalda y me dirijo lentamente hacia él, haciendo que vuelva a entrar en ese extraño estado de nerviosismo.
-¿Qué pasa el 2 de Julio?
Le veo tragar saliva y dirigir sus ojos hacia cualquier sitio que no sean los míos. Sus manos se mueven nerviosas apoyadas a sus lados y rígido susurra unas cuantas palabras.
-¡Háblame claro!- Le exijo, levantando su cabeza cogiéndole de la barbilla. De repente su mirada se encuentra con la mía y esta vez soy yo la que se vuelve débil. Él lo nota y posa sus manos sobre mis caderas, haciendo estar a milímetros de él.
-Ese día apuntalo como "el día especial"- Dice, antes de besarme moviendo sus labios arriba y abajo y sus manos a mi alrededor queriendo adelantar ese 2 de Julio al día de hoy. Un beso lento, bonito, con sonrisas de por medio... Los que nos gusta darnos.
Alguien llamando a la puerta nos interrumpe. Niall se dirige a abrir mientras yo me quedo en medio de la habitación tocando mis labios con mis dedos lentamente, sintiéndole aún. Sus besos son increíbles.
-¿Qué es esto?- Dice de repente, llamado mi atención. Le veo con mi móvil en una mano y una nota en la otra.
-¡Mi móvil!- Exclamo al quitárselo, haciendo lo mismo con la nota. Me quedo totalmente paralizada con las palabras que leo a continuación:

Para proteger a Elena y a él, Dani y tu necesitaréis primero que os protejan. Voy a por vosotras

Me precipito a salir de la habitación y mirar a ambos lados del pasillo atónita, apretando mis mandíbulas ante la idea de Frai planeando joder mi vida. "¿Cómo coño nos ha descubierto?" Me pregunto, apretando la nota cada vez más fuerte.
-Marina, ¿qué pone? ¿Qué te pasa?- Me pregunta Niall preocupado, posando su mano sobre mi brazo, haciendo que me calme por un segundo.

Le tiendo el papel y tras leerlo cierra la puerta y me lleva a la cama. Me dice que me siente y yo no me opongo a contárselo todo, porque Frai no está bien de la cabeza y es capaz de hacer de todo, así que procedo a informarle de todo este lío de espías y espiados, de Elena, de él, de Frai, de Sofía y Raquel...
Por que le necesito.



3 comentarios:

  1. AY MADREEE !!! QUE CAPITULO MAS INTENSOO !! PRIMERO LO DE DANI Y MARINA , JOE POBRE DANI , PERO ME ENCANTA COMO LA AYUDA MARINA , ES SUPER BONITO Y ESTOULY SEGURA DE QUE LIAM SERA GENIAL CUANDO SE LO CUENTE , QUE GANAS DE VER QUE PASA.
    LUEGO LO DEL TEMA DE FRAI...PUF...QUE ESTRES ...ME ALEGRO DE QUE MARINA HAYA DECIDIDO CONTARSELO A NIALL , PORQUE POBRECITA.
    Y LUEGO , A VER SI ME HE ENTERADO, HARRY ESTA POR VITO , PERO A VITO ,¿ LE GUSTA MONICA ? POBRE HARRY , NO ENCUENTRA A SU PRINCESITA CON LO GENIAL QUE ES.
    AH BUENO Y LO DE NIALL Y MARINA JEJEJEJE YA HAY FECHA PARA EL DIA ESPECIAL JEJEJ
    EN SERIO , TU NOVELA ES GENIAL , TE LO DIGO SIEMPRE PORQUE ESQUE ME ENCANTA , ES MUY PERFECTA , ESTOY DESEANDO LEER COMO SIGUE.
    UN BESO . HASTA EL PROXIMO CAPITULOO
    @loulinizarries

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  2. AMO' A VÉ ILLA, OFÚ EM OFÚ. ME TIENES CON EL TEMA DE FRAI QUE NO PUEDO VIVIR. DI YA QUIÉN ES 'ÉL' CAGÜENTÓ. Y TÍA, QUE YO DOY MI APROBACIÓN PARA SALIR CON HARRY, PARA CASARME CON ÉL, PARA TENER MINI-STYLES Y PA' TÓ, QUE ES MUY TRISTE VER COMO ELENA HA FOLLAO', MARINA TIENE A NIALL Y DANI A LIAM, Y YO AHÍ TO' SOLA.
    PD. ¿SI YO APOYO A LA FRAI, VA A INFLUIR EN LO MÍO Y HARRY? ¡NO EH! QUE YO QUIERO VIVIR FELIZ.
    Y YA POS NADA, QUE SIEMPRE ESTÁS DICIENDO POR EL GRUPO QUE LOS CAPÍTULO SON KKS Y NO MONTSERRAT, SON MUY BONITOS (PERO SERÍA MEJOR SI HARRY + VITO = LOF FOREVAH) Y QUE NO TARDES TANTO EN SUBIR CAPÍTULO PUTA. TKTKTKTKTKTK.

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  3. Dejaste que Amy muera en Alemania... joooo!!
    que.. que esto es pura perfeccion.. no tengo mas palabras, de verdad... esque despiertas muchos sentimientos a la vez y eso me encanta jajaja siiiiiiiiigue asiiii y no me dejes semanas esperando que me mueroooooooooo @Styransonelik

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