domingo, 15 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 18.

 Es la primera vez después de muchísimo tiempo que hemos estado en un aeropuerto sin cinco o seis tíos enormes rodeándonos, sin tener que salir por una puerta escondida, sin sentir la presión de meternos en la furgoneta casi saltando dentro de ella, sin la voz de Paul llamándonos para que dejemos de hablar con las fans... Hemos salido  formando parte de toda la gente que había allí, pero sin maletas y sin nada que haga que parezca que venimos de un viaje. Simplemente mi mano con la suya mientras yo me movía de un lado para otro, repitiendo las mismas frases una y otra vez.
-¿En serio, Niall? No me lo puedo creer, joder, Irlanda...- Digo, totalmente emocionada aunque ahora mucho más tranquila tras haber gritado y haberme vuelto totalmente loca antes, colocando mi pelo hacia atrás cada vez que me muevo y se va hacia delante en mi rostro, respirando hondo y apretando su mano.
-Mullingar, para ser más exactos.
-Esto no es real...
-Sí que lo es... Y el dolor de mi mano también, para.- Suelto su mano a la vez que él se la acaricia con la otra para calmar mis nervios acumulados ahí. Me sonríe y en seguida me pasa un brazo por encima, empujándome suavemente para que quede totalmente pegada a él.
-¿Y ahora a dónde vamos?
-La sorpresa aún no ha terminado...
Posa uno de sus dedos encima de mis labios antes de que pueda volver a quejarme mientras mira a la carretera en busca de un taxi. Hemos llegado al aeropuerto de Dublín y ahora estamos en Mullingar, pero el viaje aún no ha terminado. Llama a uno que en seguida nos ve y se para. Ambos nos montamos en la parte de atrás y saludamos al hombre ya mayor que conduce. Nos pregunta que a dónde vamos tras saludarnos y Niall le dice una dirección de la que, como era de esperar, no tengo ni idea. Empiezan a hablar de otras calles hasta que llegan a nombrar una playa y Niall sonríe contento de que el hombre sabe dónde llevarnos. Asiente a la explicación de dónde queda el lugar y se pone en marcha.
Niall me ha hablado mil veces de Mullingar, con orgullo y alegría, con esa expresión de que miles de buenos recuerdos le están viniendo a la mente al hablar. Me ha contado cómo es cada calle y qué historias vivió en ellas, me las ha descrito con tantos detalles que pensaba que el día que viniese las conocería como si hubiese estado en ellas muchas veces. Es un pueblo supuestamente pequeño, pero aún así necesitamos un taxi para ir al sitio especial.
Niall se acurruca a mi lado en el asiento mientras miramos por la ventana. Le recibo abrazándole, haciendo que agache su cabeza en mi hombro, sonriendo. Su dedo señala cada pequeño local, cada tienda y cada casa por la que pasamos en nuestro camino, explicándome lo que ya mil veces he oído, pero pongo la misma atención o incluso más que las otras veces. A veces le da por reírse al recordar algo y tengo que esperar más de cinco minutos a que me explique el por qué, otras se altera al contarme alguna anécdota y salta en su asiento. Mullingar se ve un sitio precioso incluso de la forma que yo lo estoy viendo: en un taxi que nos llevará a nuestro destino en cuestión de minutos.
Poco a poco dejamos atrás las casas, los locales y las luces de la noche para adentrarnos en el campo. Ante nuestros ojos aparecen prados que parecen ser infinitos, llenos de flores hermosas que dan color al verde del paisaje. La luna se alza en el cielo iluminando las montañas del fondo que son prominentes y enormes. 
La carretera se pierde y las ruedas del taxi ahora pasan por un camino de tierra que nos hace temblar a la vez que avanzamos. Las montañas desaparecen y los prados se reducen hasta que al fondo veo el inmenso mar. Me deja sorprendida este radical cambio de paisaje, tanto que cuando me quiero dar cuenta, me encuentro con ambas manos en el cristal y mi nariz pegada a él. 
-¿Puede dejarnos aquí?- Pregunta Niall de repente. El hombre solo asiente mientras aparca en mitad del camino, sin ninguna preocupación de poder molestar a otro vehículo. Niall le paga el largo viaje, el cual ha salido muy caro, como era de esperar. Salgo del coche a la misma vez que él y despedimos al hombre, que se da la vuelta y desaparece junto con todo el paisaje que hemos dejado atrás.
-¿Estás muy confundida?- Me pregunta Niall, riéndose.
-Más bien... sorprendida. Nunca había estado en un sitio tan bonito.
Comenzamos a caminar. Parecemos intrusos en este gran y solitario lugar, preso del silencio si no fuese por nuestras pisadas y el sonido de las olas chocando en la playa. Niall me da la mano y me hace cruzar hacia el lado derecho del camino, dirección a ella.
-¿Ya vamos a llegar?
-Sí.- Contesta, simple y escueto, entretenido en bajar la pequeña pendiente que hay desde el camino hacia la playa, buscando algo mientras se mueve de un lado para otro y tira de mi. Me lleva a través de otro camino, esta vez de madera. 
Es un lugar tan misterioso... y a la vez, tan hermoso.
-Ya hemos llegado.- Dice, tras finalizar el nuevo camino que hemos tomado.
Lentamente ando de su mano, ahora siendo yo la que le maneja, guiada por mi curiosidad y mi sorpresa a la vez.

 Ante nosotros aparece una casa enorme, de estilo rústico y moderno a la vez, como una obra de arte plantada entre la playa y los prados de atrás, mezclándose con la belleza de ambos lugares. Sigo caminando hasta quedar en frente de ella, subiendo mi mirada hacia arriba para abarcarla por completo. 
-Por eso no existía. Porque se estaba construyendo.- Digo de repente, recordando la frase que él me dijo cuando dormimos juntos en Málaga.

"Es muy especial para mi, pero aún no existe."

-Sí...-Sonríe- Bueno, ¿y? ¿Te gusta?
Suelto su mano para hacer bruscos gestos, para tirarme del pelo o poner los brazos en jarra.
-¿En serio me estás preguntando que si me gusta? Cállate.
-Pero...
-¡Que te calles!- Grito, provocando su risa. Me lanzo a él rodeando su cuello con mis brazos y le hago retroceder varios pasos antes de que él me tome por la espalda y me bese con fuerza, riéndose entre medias con esa risa sonora y diferente cada vez que la luce, pegadiza y melódica.
-Venga, que quiero enseñártela, casi la he diseñado yo entera... Ha sido complicado pero así es..No sé cómo habrá quedado, aunque Greg me ha estado ayudando enviándome fotos de cómo iba e indicándoles a los que he contratado cómo la quería...
Niall saca una llave y abre la puerta blanca que da paso a la casa, pasando él primero y sin ni siquiera preocuparse en cerrar tras entrar yo. Le veo como un niño ilusionado, mirando de un lado hacia otro, recordándome a mi hace unas horas observándolo absolutamente todo para adivinar dónde estaba. Me sale una sonrisa solo de imaginarle a escondidas en el autobús del tour, hablando con su hermano de cómo quiere la casa, agradeciéndole que estuviese viniendo aquí y todo solo por mi. 
Yo que aún no me creo que estemos en Irlanda. Bueno, la verdad es que aún no asumo bien aquel día en la cafetería cuando vi a Harry y a Zayn y pensé que estaba loca, y ahora he llegado a esto.
-¡Han hecho esto exactamente como yo quería! Sí, sí...¡Mira, tenemos un bar!- Dice, acercándose a un salón de sillones colocados de forma que hacen un camino y una barra de bar con muchas botellas de cristales de colores colocadas en estanterías.
-Por favor, que funcione...-Dice, antes de darle a un botón que hace que la barra se ilumine de un color verde intenso- ¡Sí! Joder me encanta. Mira Marina, mira, es como uno de verdad...- Dice, dirigiéndose otra vez hacia mi- Pero espera, si hay más, ven, ven...
Me lleva casi arrastras por toda la casa, enseñándome cada detalle, cada esquina, celebrando que las cosas estén tal y como él había pedido. A pesar de ser enorme, hay pocas  habitaciones, pero cada una es inmensa: el gran salón con el bar, un desván en la parte de arriba, un baño que más que un baño parece ser un SPA, y una sola habitación para dormir.
Primero me da una vuelta por el gran salón, en el que a parte de los sillones y la barra del bar hay fotos enmarcadas o en forma de cuadros de nosotros por todo el espacio, imitando mi habitación en Málaga pero el doble de grande. Y me refiero a nosotros, al grupo, porque hay fotos de Dani, Elena, Cristina, los chicos, algunas de mi hermano conmigo por las calles de Madrid y hasta varias de la noche de año nuevo con Eleanor, Danielle y las chicas de Little Mix. Las paredes son de mi color favorito: azul cielo, haciendo que parezca una habitación diferente, con un toque alegre que nada pega con el exterior rústico de la casa, lo que hace que sea aún más exótico.
Entramos al baño y lo primero que hay son unas escaleras que bajan a una gran bañera en la que podrían caber 5 personas.
-También es un jacuzzi...Ya te lo demostraré más tarde.- Me explica, con una sonrisa pícara.
Lo gracioso es que para pasar hacia dentro tienes que obligatoriamente bajar esas escaleras, así que es como si la habitación entera fuese una bañera. Al fondo hay otras escaleras que llevan a un espejo, una ducha y un armario de madera.
Me coge la mano y subimos por unas escaleras que dan a la segunda planta, al desván. A pesar de ser eso, se presenta como una habitación normal.
Nada más entrar no puedo evitar correr hacia el centro para mirar al techo tirando de Niall, ya que aún tenía agarrada mi mano. El techo es un cristal enorme que te permite ver el cielo, ahora con algunas nubes y la intensa luz de la luna.
-¿Esto también ha sido idea tuya?
-Casi todo lo ha sido- Contesta, orgulloso y satisfecho de tenerme mirando hacia arriba como hipnotizada.- El problema es que no he tenido tiempo para amueblar ésta parte.
-Pero sí que lo has tenido para llenar el bar de bebidas, ¿eh? Me quieres emborrachar- Bromeo, pegandole con suavidad en el hombro.
-Vale, reconozco que eso ha sido un capricho mío.- Contesta, riéndose mientras salimos de allí y bajamos las escaleras hacia la parte de abajo.- Además...
Me coge de la cadera y me empuja hacia sí mismo. Se acerca despacio a mi oído y susurra:
-No me hace falta emborracharte, sé que eres mía.
Por un momento me dejo llevar por su voz en ese bajo y embriagador tono. En menos de dos segundos el Niall romántico y detallista se ha esfumado para dejar aparecer a su lado de chico malo que quiere tomar el control.
-¿Cómo? Perdona, yo no pertenezco a nadie.- Así que, dejo yo también ir a la Marina tímida e ilusionada para dejar pasar a ese lado mío que de vez en cuando me provoca hacer tonterías como lo de ponerle cachondo saliendo del baño solo con una toalla. No puedo evitar reírme cada vez que recuerdo ese día 
-En ese caso, tendré que emborracharte.- Dice, cogiéndome en brazos de la misma manera que lo ha hecho en el jet, pero ahora incluso elevándome más. Grito pegandole puñetazos en la espalda con intención de que me baje, pero sin querer que lo haga.
Terminamos en la planta de abajo, de nuevo frente a la barra del bar. Me sienta encima y se mete tras ella. Se queda mirando las estanterías de cristal dónde están las botellas y decide coger un par de ellas de las que ni siquiera había oído hablar antes.
-No te hagas el malote, que en realidad eres un sensible de esos que lloran con las comedias románticas.
Mantiene la mirada baja con una sonrisa tímida mientras prepara dos vasos y pretende ignorarme cambiado de tema:
-¿Sabes que más ha sido idea mía?
-¿Qué?- Digo, tomando su silencio como respuesta.
-Ésto.
De un cajón saca un mando pequeño y apunta a un aparato colgado del techo que parece ser un proyector, pero cuando le da al botón rojo del mando empieza a sonar música.
-Suena con más intensidad en un sitio que en otro, depende de en qué habitación estés.- Me explica, subiendo el volumen de "Gorilla", de Bruno Mars, la canción que está sonando.
 En seguida me pongo a bailar con movimientos raros y sin tener ni idea de lo que hago, solo preocupada por disfrutar de la canción todo lo que pueda. Él se ríe de mi antes de servirme lo que sea que haya preparado y casi me lo bebo de un trago.
-¡Eh, calma!- Contesta, quitándome el vaso de las manos.
-Me encanta ésta canción.
-Te encanta Bruno Mars, y también te encanta Lady Gaga, por eso son los dos primeros cantantes que he metido en el reproductor.
Niall se sienta en la barra y se da la vuelta,  mirando hacia el mismo lado que yo. Sonrío con tanta intensidad que llegan a dolerme las mejillas, ya que no puedo parar de hacerlo ante todas las atenciones que estoy teniendo.
-¿También has metido vuestra música?
-Sí.
-Porque vosotros también me encantáis.
-Lo sé.
-Tú me encantas- Digo, cogiéndole de la camiseta, haciendo que su frente se pegue a la mía.- Joder Niall, ¿qué coño me has echado de beber?- Me rió mirado de reojo el vaso, sintiendo como lo que he bebido se me sube a la cabeza.
Empieza la canción "Treasure", que es tan alegre y movida que no puedo evitar saltar de la barra a pesar de mi mareo y empezar a dar vueltas por todo el salón. Él me observa probablemente pensando cómo coño he pasado de entrar al aeropuerto medio dormida a saltar al ritmo de Bruno Mars de esta manera exagerada.
-Marina, que solo te has bebido un vaso...- Dice, riéndose a la vez que vuelve a esconder la cara en sus manos, casi llorando de la risa.
-Quizás tengo ganas de estar loca esta noche.- Digo, sin ni quiera saber qué clase de frases estoy soltando por la boca.
-Tu siempre estás loca.
-Shh- Le mando callar, mientras la canción "Moonshine" empieza ahora, con ese tono mágico y misterioso que trae consigo. Me dirijo hacia él y le quito su vaso, bebiéndome lo que quedaba.
-¡Marina!- Dice alertado, pero a la vez sin poder evitar reírse aún más.
-Me apetece escuchar "Rock Me"- Le digo ignorándole. Niega con la cabeza ante la gilipollez extrema que me abarca ahora mismo y toquetea varios botones hasta que suenan las guitarras y ese ritmo roquero característico de ésta canción que me vuelve loca...Más de lo que lo estoy hoy.
Sigo bailando sola y cantando con una pronunciación horrible al no saber ni lo que estoy haciendo mientras él prepara otros dos vasos.
-Debe ser muy fuerte eso que estás echando...
-Creo...Aunque no sé...- Contesta. Mira la botella y da la sensación que no es capaz ni de leer lo que pone en ella. Se encoge de hombros y de todas formas acaba sirviendo los vasos. Los coge y se dirige hacia mi para darme el mío, que no tarda ni dos minutos en acabar vacío, esta vez al igual que el suyo.
Cuando llega la parte de "Rock Me" en la que a él le toca cantar, lo hace y entonces adivino que la bebida también está haciendo efecto en él. Me muestra su perfecta voz, relajante y con un tono agudo a pesar de lo grave que es cuando habla. Su voz cuando canta es tan diferente, tan de otro mundo, es como si pudiese refugiarme en ella...
El estribillo de la canción y la segunda copa hacen que la locura tome también a Niall cuando me coge del brazo y tira de mi hacia uno de los sillones, haciendo que me suba junto a él mientras imitamos tener una guitarra eléctrica cada uno, moviendo las cabezas al ritmo de la música con fuertes golpes, saltando cada vez más alto como si en vez de sillones fuesen colchonetas hasta que me caigo encima de él y acabamos explotando en risas sin saber qué coño nos está llevando a movernos así. Nos levantamos para seguir bailando, pero antes Niall coge el mando y sube el volumen a tope, tan alto que ni en los conciertos he sentido la música tan dentro de mis oídos. Esto me da una sensación aún más fuerte de libertad, porque estamos solos, porque nadie puede hacer que paremos de beber, o de bailar saltando de sillón en sillón, nadie está aquí para ver cómo nos besamos, para juzgarnos ya sea para bien o para mal, nadie está aquí para impedirnos estar despiertos toda la noche, para que bajemos el volumen de la música, o de nuestros gritos, o de nuestras risas.
Solo somos Niall y yo saboreando la libertad a la vez que hacemos lo mismo con nuestros labios.
-Marina.- Dice de repente, parándose en mitad de uno de nuestros bailes, cada uno diferente según la canción que suene.
-¿Qué?- Digo yo, finalmente parándome también.
-También tenemos... ésta canción...- Dice, y entre pausas para respirar y recuperar el aliento, se dirige hacia el mando de nuevo y una sonrisa tímida se dibuja en mi rostro al escuchar las primeras notas.
"Kiss me", de Ed Sheeran.
 Podría decirse que es nuestra canción, la del principio de nuestros sentimientos, la que sonó aquel día en la casa alquilada de Londres mientras nos dibujábamos la letra de la canción con rotuladores de colores en los brazos y piernas, la banda sonora de nuestro casi beso...
Con una mano sujeta su vaso mientras posa la otra en mi espalda y me empuja para que acabe enfrente suya, pegada a él. Sigue cantando el resto de la canción en mi oreja, mordiéndola divertido entre letra y letra. Poco a poco baja hacia el cuello y vuelve a morderme ahí. Me paralizo de tal manera que dejo caer mi vaso al suelo, lo que parece animarle a él a tirar el suyo y tomarme entre sus brazos por completo.
-Niall...
Me contesta su respiración acelerada entre beso y beso, produciéndome escalofríos en el cuello que se trasladan por todo mi cuerpo.
-...te falta una habitación por enseñarme...
-Lo sé.- Sigue besándome en ese mismo sitio, esta vez colocando sus manos en mi pelo.- ¿Sabes qué?- Cambia súbitamente de tema.
-¿Q...qué?- No puedo evitar tartamudear mientra el placer de sus besos se apodera de mi.
-Que solo he pedido que hagan una habitación porque vas a dormir conmigo... En la misma cama...
Me río ante lo lógico que parece, a pesar de que capto la indirecta que me está lanzando.
-Quiero que me la enseñes. Ya.- Digo, marcando el "ya" con el tono de voz. 

Con un gran esfuerzo, detiene sus besos y el movimiento de sus manos para llevarme a la habitación, sabiendo que lo que viene ahora será mucho más. Me lleva detrás de la barra, dónde hay una puerta. Al abrirla se hace aún más fuerte eso de estar sintiendo algo mágico al subirse el volumen de la música automáticamente. Pero sobretodo lo que me hace quedarme sin aliento es el lugar.
Es una habitación de paredes blancas llenas de frases escritas en negro con diferentes letras y tamaños. Leo algunas y me doy cuenta de que son las letras de mis canciones favoritas. Están todas mezcladas, pero en cuanto las leo reconozco la canción de la que se trata y la susurro para mis adentros.
Solo hay un  mueble: una cama enorme de sábanas blancas colocada casi en el centro de la habitación.
 Pero lo que de verdad sorprende es la ausencia de pared en frente nuestra, ya que en su lugar hay un enorme balcón de madera con unos escalones que dan directamente a la arena, a pocos metros de la orilla del mar. Es como si esta habitación fuese una puerta que nos pusiese en pleno contacto con la belleza del exterior.
Siento la presencia de Niall detrás de mi. Me abraza por detrás y alza una de sus manos para señalar al techo. En seguida veo lo que él quiere que observe: frases de "My Paradise" se entremezclan unas con otras, haciendo aún más especial la habitación.

She´s not a model, she´s not a star, but...She´s my paradise.

Niall me susurra eso antes de volver a apoderarse de todo mi ser con sus besos en el cuello. Posa sus labios ahí y los deja un rato mientras sus manos rozan mi vientre antes de empujarme hacia atrás con él. Yo echo mi cabeza hacia atrás, apoyándola en su cuello, inclinándome a un lado para dejarle aún más espacio. Siento escalofríos con cada pequeño beso que me da, con su cálido aliento y su voz raspada cantando frases aleatorias de "My Paradise".
Sus manos bajan poco a poco hacia abajo casi sin que yo me de cuenta, concentrando mi mente en la sensación que me producen sus mordiscos en mi cuello. Cuando sus dedos separan mi pantalón unos cuantos milímetros me percato de que están ahí y dejo caer un suspiro largo y sonoro. Le oigo reír en voz baja antes de quitar sus manos de ahí y ponerse delante mía. Continúa su camino de besos en el cuello bajando hacia abajo y yo no puedo evitar llevar ambas manos hacia su cabello rubio y revolverlo presa del placer.
Sus manos vuelven a dónde estaban, esta vez bajando los pantalones poco a poco hasta que llegan a un punto en el que caen por sí solos hacia el suelo. El corazón me golpea el pecho cuando yo llevo mis manos al borde de su sudadera y tiro de ella hacia arriba. Se la quito y la dejo caer despacio en el suelo. Salgo de mis pantalones poco a poco a la misma vez que me hago con su control repitiendo la acción de besarme en el cuello, esta vez en el suyo. Mis manos recorren los músculos de su espalda haciéndole cosquillas y luego se van hacia delante repasando el contorno de sus moderados abdominales. Hago un camino de besos en el cuello hasta que llego a sus clavículas, tan marcadas y gruesas que no puedo evitar morderlas. Bajo despacio mis manos sin ni siquiera mirar, concentrada en seguir con los besos alrededor de su cuello, absorbiendo su olor, su calor, el latido de su corazón, sus escalofríos. Agarro con fuerza el borde de los pantalones antes de dejarlos caer incluso con más fuerza que él antes, y súbitamente encuentro sus manos subiendo mi camiseta para después tirarla.
Me coge de las caderas y me da la vuelta para que caiga debajo suya en la cama. Ahora me besa presionando muy fuerte sus labios con los míos, susurrando palabras inaudibles mientras sus manos se abren paso en mi espalda para desabrochar el sujetador. Cuando lo consigue lo arroja hacia atrás con fuerza.
Entonces un sentimiento de vulnerabilidad y timidez se apodera de mi, haciendo que le abrace rodeando su cuello con ambos brazos, haciendo que caiga totalmente encima mía. Siento mis pechos con sus pectorales, subiendo y bajando con la respiración pesada, y sobretodo, siento abajo a su miembro.
-¿Estás bien?
Respiro casi gimiendo antes de contestar:
-Estoy más que bien.
Esta respuesta parece dar vía libre a sus manos para volver a ser traviesas y dirigirse a mis bragas, bajándolas con una lentitud extraordinaria. Mi respiración se acelera por segundos y me paralizo ante la idea de quedarme totalmente desnuda debajo suya, queriendo que me tome ya, pero sin ser capaz de hacer nada, insegura de mí misma.
Y finalmente, lo hace. Me quedo totalmente libre, sin nada puesto, solo mi sudor y el suyo mezclados. Hago un esfuerzo por mover mis manos totalmente temblorosas y bajo sus calzoncillos incluso más rápido solo de los putos nervios. Mis dedos tropiezan con el elástico de sus boxers antes de empezar a bajarlos. Niall deja caer su cabeza junto a la mía.
-Por favor, hazlo ya...- Dice, y yo le obedezco.
Un gemido se me escapa al dejarlo libre. Arrojo los calzoncillos al otro lado de la habitación y me sorprendo de su tamaño, y ya no solo de eso, de que hayamos llegado a esto, de que yo no estaba así en la puerta número dos del Backstage, dónde estábamos haciendo exactamente lo mismo... Se coloca un preservativo mientras yo solo puedo mirar paralizada, sin ni siquiera saber de dónde lo ha sacado.
-Por favor, hazlo ya...- Le suplico yo esta vez, con exactamente las mismas palabras, porque describen perfectamente este cosquilleo que estoy sintiendo dentro.
Deja escapar su característica risa ante mi reacción y posa ambas manos abiertas en mi espalda, haciéndome subir un poco en la cama.
Por un momento todas esos hechos, mitos e información que he leído en varios sitios sobre la primera vez viene a mi cabeza. Logro recordar lo básico: que para las chicas duele y que podemos llegar a sangrar...
Pero a pesar de eso, no siento miedo. Sé que él no me hará daño, y que si llega a pasar, parará en seguida.
-Chiquitaja...- Dice entre gemidos, dejando escapar varios suspiros que caen en mi piel.
Me abro de piernas para dejar que entre dentro de mi. Consigue relajarse un poco y me besa despacio, solo posando sus labios sobre los míos antes de empujar hacia dentro.

Desde muy dentro de mí sale un gran grito que aumenta de volumen a la vez que él entra dentro de mí.

-¿¡Te hago daño!?- Me pregunta alarmado.
-¡No! ¡No pares!- Le ordeno, abrazando su espalda con fuerza.
Siento dolor, pero de poca intensidad, más bien quedándose en molestia. Niall empieza a moverse hacia delante y hacia atrás con lentitud, cayendo encima de mí. Besa mi mejilla haciendo que sonría ante el cariñoso gesto. El movimiento me hace sentirme más cómoda, de tal forma que me relajo y aflojo un poco los brazos en su espalda. Él sigue dándome besos en la mejilla, bajando hacia el cuello también, alternando entre ambas zonas. Llega un momento en el que el dolor desaparece y eso me hace sonreír más aún.
-Más rápido- Le susurro. Él, con delicadeza, posa ambas manos cada una a un lado de mí y se coloca de manera que pueda aumentar de velocidad. Ahora me muevo más en la cama, hacia arriba y hacia abajo, y por un momento cierro los ojos intentando asimilar todos los sentimientos que están viniendo a mi.
Placer. Eso es lo que siento. El dolor se ha ido para dejar paso al placer, un inmenso placer que crece y crece con cada movimiento de Niall. Con los ojos aún cerrados empiezo a pronunciar su nombre inconscientemente. Quiero más, pero no soy capaz de decir una otra cosa que no sea su nombre.
-Niall...
-Marina...
-Niall...- Digo, aún más fuerte.
-Marina...-Repite él, en el mismo tono, pero con un gemido intercalado.
-Más.
-¿Más?
-Más.- Digo con énfasis.
Justo cuando él va a empezar a ir más rápido, abro los ojos y me encuentro con los suyos. Sus ojos, con ese color azul brillante, iluminados y visibles incluso en la oscuridad de la habitación, esa mirada protectora y llena de amor, de cariño... y hasta de placer. Su mirada. El puto paraíso.
Se muerde el labio mientras empuja hacia dentro con muchísima más intensidad cuando yo no he hablado, pero se lo agradezco dejando escapar un gemido e incando mis uñas en su espalda. Ahora él también gime, incluso más alto que yo y mi voz aguda. Sigue mirándome directamente a los ojos mientras va más y más rápido, más y más adentro. Con cada oleada de intensidad Niall da un gemido nuevo, de diferente tono, cada vez más graves.

Entonces, un cosquilleo me sube por el estómago en forma de muchos gritos, de muchos gemidos y de mi voz entrecortada nombrándole con fuerza. Ese cosquilleo se mantiene un rato a la vez que Niall aumenta el número de sus gritos.
 Me empiezo a mover de arriba a abajo haciendo que entre más aún en mi.

-Oh dios mío...- Le oigo decir en un gemido.- Esto es el paraíso...

Y entonces, un grito muchísimo más alto que el que he dado al principio sale de mi a la vez que ese cosquilleo explota dejándome una sensación de placer extremo.
Alargo mi grito a la vez que él comienza otros, entrecortados pero seguidos, cada vez más y más altos, llegando a superar el volumen de los míos.

Tras el placer llegar al grado más alto de intensidad, nuestros gritos pierden voz y se van reduciendo a simples susurros. Nuestros cuerpos tensos se relajan. Los brazos de Niall tiemblan debilitándose y él cae en mi lado derecho en la cama, vencido por lo que acaba de sentir. Yo dejo caer mis brazos también cansados y noto aún mis piernas temblando.
Nos quedamos así, respirando hondo, intentando calmarnos tras nuestros gritos entrelazados. Noto a Niall moviéndose, seguramente quitándose el preservativo, pero no me quedan fuerzas ni para girar la cabeza. De repente siento su mano coger la mía y entrelazo mis dedos con los suyos.
-Te amo muchísimo.- Dice en un español pésimo, ya que sigue preso de los nervios. Me río de él fuerte, supuestamente enfadándole cuando me está acompañando en mis risas. Se acerca a mi y yo me acurruco a su lado, apoyando mi cabeza sobre su pecho, oyendo como los latidos de su corazón se calman. Siento sus manos detrás mía abrazándome y sus piernas atrayendo a las mías para quedar aún más cerca de él. Cierro los ojos atrapada en su calor.
-Yo muchísimo más.



2 comentarios:

  1. VALEEE ; ME MUERO YAAA ??? TE COMENTO LOS DOS ULTIMOS CAPITULOS QUE ME LOS ACABO DE LEER. NO SE NI POR DONDE EMPEZAR ES TODO TAN ASDFGHJ ME ENCANTA ; ME ENCANTAAAA
    LO PRIMERO , ME ENCANTA LO QUE DICES DE QUE NO ES TAN FACIL COMO PARECE LA VIDA DE LOS CHICOS , QUE A VECES CREEMOS QUE ES TODO DE COLOR ROSA , PERO QUE ELLOS SE DEJAN LA PIEL EN TODO , QUE HACEN TODO ESO POR NOSOTRAS Y QUE JAMAS PODREMOS AGRADECERLES LO SUFICIENTE.
    LUEGO JEJJE LIAM Y DANIELLE ; DIOS SE PUEDE SER MEJOR PERSOSONA QUE LIAM , SI ESQUE TIENE UN CORAZON QUE NO LE CABE EN EL PECHO , QUE COSITA MAS ADORABLE ; ESQUE ME IMAGINO LA ESCENA; EL SONRIENDO CON ESAS ARRUGUTAS ALREDEDOR DE LOS OJOS Y ASDFGH , AUNQUE TAMBIEN ENTIENDO A DANI , POBRECILLA , ES NORMAL QUE ESTE ASUSTADA , AUNQUE SINCERAMENTE OJALA QUE DECIDAN TENERLO , SERIA SUUUPER BONITOOOO :)))
    LUEGO COMO NO , NIALL Y MARINA , AY MADRE , NO TENGO PALABRAS , BUENO A VER ; LO PRIMERO , MARINA ES UNA AMA ; ES LA MEJOR , HACIENDO LO QUE HACE POR LAS DIRECTIONERS Y SIENDO COMO ES (SI NIALL TUVIESE UNA NOVIA EN LA REALIDAD ME ENCANTARIA QUE FUESE UNA COMO MARINA JEJEJ) Y PUES ESO , QUE MARINA ES GENIAL Y LUEGO NIAL ASDFGHQUE HOMBRE POR DIOS , ME ENCANTA ;ES SUPER MONO Y SUPER ROMANTICO Y ...AY OJALA HUBIESE MUCHOS TIOS COMO EL POR EL MUNDO JEJJE YO QUIERO UNO DE ESOS , PUES ESO QUE ES GENIAL Y ES SUPER BONITO TODO LO QUE HACE POR MARINA Y ME ENCANTA EL SITIO ESPECIAL Y ME ENCANTA COMO HAS DESCRITO LAS COSAS
    LOS DOS CAPITULOS SON ABSOLUTAMENTE PERFECTOS , LEER TU NOVELA ES COMO ESTAR EN EL PARAISO ; ES SIN DUDA ALGUNA LA MEJOR QUE ESTOY LEYENDO , ESCRIBES GENIAL Y ESTOY SEGURISIMA DE QUE VAS A LLEGAR A SER UNA GRAN ESCRITORA , TE LO DIGO DE VERDAD. NO DEJES DE ESCRIBIR NUNCA
    UN BESO MUY FUERTE
    HASTA EL PROXIMO CAPITULOO
    @loulinizarry

    ResponderEliminar
  2. DIOS DIOS DIOS DIOS MOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOONTSE PERO ¿QUIEEEEEEEEEEEEERES MATARME? LOS DOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS QUE HAS SUBIDO HAN SIDO PERFECTOS, PERO ESTE ÚLTIMO EN ESPECIAL, Y TE ODIO POR ELLO.
    ES QUE ES TAN PERFECTO COMO ESCRIBES, TODO LO QUE ESCRIBES ES COMO ME GUSTARÍA PASAR UNA VIDA JUNTO A ELLOS Y EN ESPECIAL JUNTO A ÉL, TU YA ME ENTIEEEEEEEEEEEENDES. DIOS ES QUE ESTOY TAN FRUSTRADA. Y QUIERO DARTE LAS GRACIAS POR ESCRIBIR TAN BIEN PORQUE DE VERDAD QUE ME ENCANTA. Y AÚN SIGO DEMASIADO PARALIZADA CON ESTE CAPÍTULO. OH.DIOS,MIO. SABES QUE CON ESTAS COSAS MUERO ASDGJKÑJLJ.
    Y ESO ES QUE NO SÉ QUE MÁS DECIRTE QUE NO SEPAS QUE TE DIRÍA, PORQUE YA TE HE DICHO MUCHAS VECES QUE ERES UN GRAN ESCRITORA Y QUE NUNCA DEJES DE ESCRIBIR PORQUE PIENSO QUE ALGÚN DÍA LLEGARÁS A ALGO LEJOS SI SIGUES HACIENDO ESTO.
    OIS,OIS. ME ENCANTA Y ME ENCANTAS TÚ EN ESPECIAL.
    @OURNIALLERR

    ResponderEliminar